El Unicaja, un superviviente en el alambre
Tiene algo de funambulista este Unicaja. El equipo de Luis Casimiro se maneja bien en los finales de partidos apretados. Prueba de ello es la trayectoria reciente. El cuadro cajista ganó tres de los últimos cinco partidos que disputó en la última jugada. Triunfos balsámicos frente al Real Madrid, al Baxi Manresa y al Alba de Berlín. Contrasta con los dos partidos que cierran la composición. Dos derrotas muy duras ante el Iberostar Tenerife en la Copa y el Baskonia en Vitoria. Un mapa heterogéneo para el club de Los Guindos, que acomete días trascendentales para el nuevo proyecto.
Ante los teutones los malagueños firmaron la mayor remontada de su historia al descanso, donde se fueron 19 puntos abajo. Una transformación supina para voltear y amarrar un triunfo clave en la eliminatoria. Se cerró con un mate de un soberano Lessort, que capturó el rebote de un fallo de Roberts. El francés se aprovechó de la diferencia física con su par, Siva, para elevarse y meter un balón primordial. Luego punteó, sobre la bocina, un tiro de Giedraitis. La culminación a 20 minutos asombrosos e históricos para la entidad cajista. El récord estaba anteriormente en 17 puntos de desventaja, que fueron lo que remontó el año pasado al descanso en Santiago frente al Obradoiro (91-97 al final) y ante el Manresa en la 2004/05 (66-78).
Los otros dos 'game winner' llevan el sello de Wiltjer y Jaime Fernández. El canadiense desató la locura en el Carpena tras una jugada perfecta en cinco segundos, donde los cinco jugadores tocaron el balón. El ala-pívot, con su privilegiada muñeca, le puso a guinda a una combinación plausible.
La del escolta madrileño fue la más sonada por el contexto y rival. Se elevó frente a Taylor para tumbar al Real Madrid después de otra remontada primorosa. Ayón forzó la prórroga minutos antes y el '3' verde decidió ahí un partido antológico. Una sangre fría que se convierte en un aliado para un Unicaja más plano que el del inicio, aunque seguro en el cierre de los encuentros.