La siesta inicial le cuesta el partido al Caja en Málaga (82-76)
El Cajasol ha vuelto a caer en Málaga ante el Unicaja (82-76) por culpa de un nefasto primer cuarto y una mala primera parte que lastró de tal manera el partido que ni la gran remontada del tercer cuarto dio para equilibrar el partido. La siesta de los de Plaza fue demasiado larga como para que la reacción, propiciada por una buena defensa en zona y la mejoría de los porcentajes de acierto, diera para ganar el partido. Son ya doce temporadas sin poder asaltar la ciudad malagueña.
El Cajasol comenzó el partido dormido, de ahí la sustanciosa ventaja que alcanzó el Unicaja a las primeras de cambio. Con Berni y Freire en plan efectivo, el conjunto malagueño se hizo con el partido, ayudado por el bajísimo porcentaje en acierto de dos de los sevillanos, apenas por encima del 30%. Con la misma tónica empezó el segundo cuarto (24-13), aunque el conjunto de Joan Plaza al menos no se dejó tanto ir. Kirksay empezó a dar síntomas de recuperación, que en cualquier caso tan sólo fue un amago.
Sí que fue el tercer cuarto el de la recuperación del Cajasol. Al menos el conjunto de Plaza logró meterse en el partido, y eso que en el comienzo de este tercer periodo los malagueños llegaron a alcanzar 20 puntos de ventaja (52-32). Pero ese fue su techo. El Cajasol, a partir de entonces, se defendió en zona y comenzó a ahogar a su rival en ataque, salvo algún repunte de Jiménez en forma de triple. En ataque, Bullock también subió el ritmo y Satoransky ayudó desde el exterior, ayudado siempre por Kirksay y por un intermitente Triguero. La consecuencia fue un claro dominio del Cajasol en el tercer cuarto (15-24) y una desventaja de siete puntos (61-54).
En el cuarto y último los números se equilibraron. El Cajasol luchó cuerpo a cuerpo con el Unicaja, pero los porcentajes de acierto se mantuvieron parejos. Por parte local Berni y Freeland volvieron a ser fundamentales para sacar a su equipo de problemas, mientras que Bullock fue el principal (15 puntos máximo anotador) argumento cajista. Pero poco ayudado por sus compañeros en cuanto a anotación, no dio para remontar un partido en el que el Cajasol pagó y caro su sueñecito inoportuno de los dos primeros cuartos.