El colombiano Tamayo se baña en la gloria de la Titan Tropic

El colombiano Diego Tamayo, rey del desierto marroquí en la Titan Desert, también ha conquistado la I edición de la Titan Tropic cubana tras cinco etapas marcadas por el agua y el barro, un triunfo que simbolizó el ciclista afincado en Zaragoza dándose un baño de gloria en la playa de Cayo Jutías apenas cruzada la línea de meta.Carlos de Torres
Emocionada entrada de Tamayo junto a su compañero y amigo español Roberto Bou, campeón de España sub'23 en la modalidad de maratón, a quien cedió la victoria parcial, como justo premio a la fiel colaboración del joven barcelonés de 22 años, tan feliz como el primer titán de la Titan Tropic.
Un triunfo importante para Tamayo, de 29 años, quien trata de encontrar un patrocinador que le permita a dedicarse en cuerpo y alma a su pasión de la bici de montaña. El colombiano ha ganado dos etapas en Cuba y al final supo aplicar su fuerza y su experiencia, forjada también en algunas temporadas como profesional de la ruta.
"La mejor defensa es un buen ataque. Y fue lo que hice junto a Bou para zanjar la carrera. Me siento feliz y orgulloso de ser el primer ganador de la Titan Tropic", dijo Tamayo tras entrar en meta bicicleta en alto junto a Bou y poco antes de sumergirse en una de esas playas que despiertan los sueños cuando se ven en un catálogo turístico.
Tamayo cerrará el año de nuevo en lo alto del podio. De las dunas y los caminos de piedra de Marruecos a las pistas de barro de las selvas cubanas y la arena blanca de playa. Un todoterreno imbatible. Se subirán al cajón junto al ciclista de Caldas los españoles Ibon Zugasti y Roberto Bou como segundo y tercero respectivamente.
La última etapa fue aciaga para el jiennense José Luis Carrasco, ganador de dos etapas, pues sufrió una monumental "pájara" que le costó la soñada tercera plaza. Fue el gran perdedor en el último trayecto entre Viñales y Cayo Jutías y cayó a la octava plaza de la general.
Un viaje de 68 kilómetros en el que estaba previsto el asalto de los aspirantes al trono de Tamayo, pero éste tuvo claro que junto a Bou debía marcar pronto el territorio. Lo hizo en la zona propicia para las emboscadas: el barro, donde atacó desbaratando cualquier plan de sedición.
El dúo Tamayo-Bou fue imparable. Se dieron un exquisito homenaje llegando solos al "pedraplés" que une la isla cubana con el Cayo Jutías. Se trata de una carretera construida a base de piedras que al superar el nivel del agua ofrece la base firme para asfaltar posteriormente.
Solo restaba inventar un final festivo. Como buenos amigos, se bajaron de la bici, la elevaron por encima de los hombros y cruzaron en medio de los confetis azules que envolvieron sus figuras, una vez más tamizadas por el elemento que ha marcado la carrera, el barro rojo de la zona occidental de Cuba.
En categoría femenina hubo razones para el entusiasmo local por el triunfo absoluto de la cubana Olga Echenique, joven de 21 años nacida en Matanzas. Una especialista de la bicicleta de montaña que apunta a la carretera, donde espera brillar en el próximo Tour de San Luis, en Argentina. Segunda fue la portuguesa Filomena Gomes y tercera la española Mireia Barberá.