Fuentes vulneró "gravemente la práctica médica", según CGCOM y SEMED-FEMEDE
El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos y la Sociedad Española de Medicina del Deporte aseguraron este martes que las actuaciones llevadas a cabo por el responsable médico de la Operación Puerto, el doctor Eufemiano Fuentes, "vulneran gravemente la práctica médica" y son "inaceptables".En un comunicado remitido hoy, las dos organizaciones mostraron su "respeto a la decisión judicial" que absuelve a Fuentes "del delito contra la salud pública", aunque subrayaron que "las actuaciones llevadas a cabo por el responsable médico de la Operación Puerto, tal como reconoce la propia sentencia, vulneran gravemente la práctica médica".
Asimismo, agregan, "son contrarias a los principios de deontología y ética médica, son contrarias a las normas sanitarias vigentes y son absolutamente inaceptables y reprobables, entre otros motivos, por no constituir una prescripción médica (que es obligación de todo facultativo) y por poner en grave riesgo a los deportistas que sufrieron los tratamientos enjuiciados".
En el texto, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos y la Sociedad Española de Medicina del Deporte, como representantes de los facultativos médicos y de los médicos especialistas en Medicina de la Educación Física y el Deporte, afirman que sería "muy deseable" que la investigación pudiera ser llevada "hasta el más profundo conocimiento de las conductas encausadas".
Para ello, consideran necesario el "análisis de las bolsas de sangre" de la Operación Puerto, en posesión de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) junto a la Unión Ciclista Internacional (UCI) y conservadas en un laboratorio antidopaje acreditado fuera de España.
La Operación Puerto tuvo su origen en mayo de 2006, después de que la Guardia Civil descubriera un laboratorio con grandes cantidades de bolsas de sangre almacenada y aparatos de análisis, lo que puso al descubierto la mayor trama de dopaje conocida hasta entonces.
Según la sentencia de la sección primera de la Audiencia del pasado mes de junio, contra la que no cabe recurso, la sangre que utilizaron para las transfusiones a sus pacientes no puede considerarse un medicamento y, por lo tanto, la conducta de ambos "no tiene encaje en el delito contra la salud pública" por el que fueron condenados e imputados en primera instancia.
