Márquez doblega a todos sus rivales y estrecha la mano a Rossi
Juan Antonio Lladós
Termas de Río Hondo (Argentina), 1 abr .- El español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) se adjudicó este domingo en Argentina una victoria de casta y de plena autoridad en un circuito que como él dijo es de "blancos y negros", pues o gana, como sucedió en 2014, 2016 y 2019, o se estrella por uno u otro motivo víctima de las circunstancias, aunque al menos, de Termas de Río Hondo se fue con la mano estrechada por Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1).
No se sabe muy bien si fue fruto de la tensión del final de carrera o realmente motivada por ambos para poner paz entre las dos estrellas más grandes del "firmamento MotoGP", pero en la antesala del podio y ante las cámaras de televisión se estrecharon las manos. Algo es algo.
En cualquier caso lo que se pudo ver en pista es que con "apéndice" o sin él, cuando todo está en su sitio y el circuito le es favorable, Marc Márquez es prácticamente inalcanzable y en esta ocasión el piloto de Repsol Honda lo demostró con una contundencia que ni él mismo recuerda, casi diez segundos de diferencia.
El fin de semana comenzó muy tenso entre todos los fabricantes, sobre todo entre Ducati y Honda pues los primeros querían cerrar cuanto antes el capítulo de su "apéndice" y los segundos no daban su brazo a torcer.
Un informe el jueves, denegado, y otro el viernes, con un giro gramatical determinante, permitieron a los ingenieros del Repsol Honda estar algo más tranquilos todo el fin de semana pues ya tienen, si quieren, permiso para montar su "spoiler", sea para enfriar el neumático, lograr más carga aerodinámica o mayor resistencia del basculante, pues al final todo ha dependido del color del cristal con el que se ha mirado.
Así las cosas, el campeonato se pone interesante pero con la llegada ahora de Austin todo augura que Márquez, que lo ha ganado todo en el trazado de las Américas, conseguirá incrementar un poco su ventaja en la provisional del mundial en un circuito en el que desde 2013 lo ha ganado absolutamente todo.
No se han producido sorpresas. El de Repsol Honda sabía que podía y tenía que ganar en Argentina y lo hizo y, por detrás de él, lo que se esperaba: Valentino Rossi y Andrea Dovizioso, dejando claro que ellos serán sus dos grandes rivales a lo largo de la temporada.
Maverick Viñales, que estuvo en ese grupo hasta el final, cuando le tiró el italiano Morbidelli, no pudo en ningún momento "enseñarle" la rueda a sus rivales, por lo que todavía tiene trabajo por delante para estar a su nivel.
Jorge Lorenzo falló estrepitosamente en la salida y se vio último en la primera vuelta. Remontó, pero sin excesiva eficacia, y al final la duodécima plaza fue más premio del merecido, si tenemos en cuenta que por delante suyo se cayeron en el último giro Franco Morbidelli y Maverick Viñales.
Las Suzuki dieron la de cal y la de arena, ésta con Joan Mir, quien se tuvo que retirar con problemas técnicos sin haber destacado en demasía y la de cal fue para Alex Rins, quien desde la decimosexta plaza remontó con soltura para pelearse hasta el final por la cuarta plaza con el australiano Jack Miller, ante el que sucumbió por muy poco, pero suma un cuarto y un quinto en el arranque de la temporada y es cuarto en el campeonato.