El modelo icónico de Toyota que resucita, pero reconvertido
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Los más nostálgicos estarán encantados con los dos modelos que Toyota ha presentado en el Salón del Automóvil de Tokio que estos días se celebra en la ciudad japonesa. La firma nipona ha aprovechado que juega en casa para poner luz sobre dos nuevos Toyota AE86 que ahora están propulsados por electricidad e hidrógeno.
Toyota recupera el AE86 para adaptarlo a los nuevos tiempos
Las nuevas formas de movilidad sostenible son el único camino que podrán seguir los futuros deportivos. Y Toyota ha tomado nota de ello para resucitar uno de sus deportivos más icónicos, el AE86, para convertirlo en un modelo que funciona con los dos sistemas energéticos mencionados. Y atención, porque Toyota ha conservado la forma original para ambas versiones.
Cabe recordar que existían dos versiones del AE86. El Levin, con faros escamoteables y un frontal más aerodinámico, y el Trueno, sin faros escamoteables y un frontal más cuadrado. Dos versiones que han servido a Toyota para diferenciar entre el eléctrico y el que funciona con hidrógeno.
Dos versiones, una eléctrica y otra de hidrógeno
Por un lado tenemos el Toyota AE86 BEV. Está basado en el Levin y mantiene la forma exterior, aunque en el interior cambian bastante. Y bajo las entrañas monta el propulsor de la Tundra híbrida y la batería del Prius de 13,6kWh. Este modelo, además, cuenta con un cambio de marchas manual de 5 relaciones, lo que encantará a los más puristas.
Por otro lado tenemos el AE86 H2. Este está basado en el Trueno. Y mantiene la estética tanto en el exterior como en el interior. Incluso mantiene el mismo motor de 1.6 litros, pero adaptado al hidrógeno. Usa los depósitos del Mirai para almacenarlos y los monta en el maletero.
No obstante, tenemos una mala noticia. No hay planes, al menos de momento, de fabricar estos u otros modelos parecidos en serie. Aunque teniendo en cuenta como de moda está lo de recuperar coches clásicos y adaptarlos a los nuevos tiempos, no es una estrategia que debamos descartar.
Me encantaría poder comprar un Toyota Celica del año 75 con todo eso. Sería extraordinario.