Un icono de Mercedes dice adiós: empieza una nueva era

Mercedes-Benz ha decidido dar un giro radical a uno de sus modelos más reconocibles. El Clase V, un símbolo de elegancia sobre ruedas, se despide para dejar paso a una nueva generación que marcará un antes y un después en la gama de la marca alemana. La transformación no solo es estética o tecnológica, sino también nominal: adiós al Clase V, hola al Mercedes VLE y al VLS.

Este estreno tendrá lugar en el Salón del Automóvil de Shanghái, donde se revelará oficialmente este nuevo monovolumen, que apunta directamente a convertirse en una referencia dentro del segmento premium. El cambio de nombre responde a una estrategia clara: integrar este modelo en la línea lógica de denominaciones de Mercedes, como ya ocurre con sus berlinas y SUV. Y no es un simple detalle, es una declaración de intenciones.

Mercedes se carga el Clase V, pero ya tiene sustituto

El nuevo VLE/VLS nace con una vocación clara: ser mucho más que un vehículo familiar. Mercedes lo posicionará como un auténtico salón rodante, pensado para quienes exigen espacio, lujo y tecnología en cada trayecto. Con una batalla ampliada, su interior se convierte en un entorno de confort absoluto, digno de la categoría “Grand Limousines”.

El habitáculo, distribuido en tres filas de asientos individuales, está diseñado para ofrecer una experiencia de viaje de primera clase. Butacas con múltiples ajustes eléctricos, pantallas de gran tamaño, mesillas retráctiles y un sistema de infoentretenimiento de última generación lo convierten en un espacio para trabajar, descansar o disfrutar del trayecto sin concesiones.

Pero si algo llama la atención es su apuesta por la electrificación. El nuevo VLS contará con versiones totalmente eléctricas que alcanzarán hasta 700 kilómetros de autonomía, así como con niveles de conducción autónoma que rozan lo futurista. Para quienes aún prefieren la combustión, también se ofrecerán variantes híbridas o térmicas.