Los tres problemas del Skoda Kodiaq que deberías conocer si lo vas a comprar

-
Acaba de ser renovado y es uno de los mejores en la relación calidad-precio
-
Hemos encontrado tres problemas comunes entre muchos usuarios
-
La pesadilla de Toyota, Kia, Skoda y compañía llega a España con precio chollo
Renovado el año pasado, el Skoda Kodiaq es uno de los SUV más atractivos en cuanto a relación calidad-precio. Con espacio para siete pasajeros, un maletero de 910 litros con cinco plazas y una estética sobria pero robusta, se ha ganado su lugar como una opción muy interesante para familias grandes o quienes necesitan espacio sin renunciar al diseño.
Además, su versión gasolina TSI de 150 CV con sistema MHEV y cambio automático arranca desde 39.300 euros financiado, o 41.418 euros al contado, lo que lo convierte en una oferta competitiva dentro del segmento.

Tres problemas que debes conocer del Skoda Kodiaq
Sin embargo, no todo es perfecto. Aunque en general el Kodiaq ofrece buen rendimiento y confort, hay tres problemas que muchos usuarios han señalado en foros y comunidades online, y que deberías tener en cuenta si estás pensando en comprarlo.
El primer problema es algo tan básico como el maletero. Varios propietarios han reportado que, cuando el coche está cerrado, el portón no se abre correctamente aunque debería poder desbloquearse. En ocasiones se necesitan varios intentos, y en otras directamente no responde hasta que se desbloquea manualmente todo el coche. Puede parecer un fallo menor, pero resulta molesto en el día a día.

Tres problemas muy comunes
El segundo problema afecta al sistema de infoentretenimiento. La pantalla táctil central y la conectividad suelen funcionar bien, pero hay casos en los que pierde la conexión, obliga a reiniciar sesiones de usuario o incluso requiere reiniciar el sistema para que todo vuelva a la normalidad. Un inconveniente inesperado en un coche moderno de este nivel.
Y el tercer problema está en algunos de los sistemas de asistencia a la conducción. Elementos como el aviso de cambio de carril o el control adaptativo de velocidad pueden fallar ocasionalmente, obligando al conductor a desactivarlos y volver a activarlos para que funcionen con normalidad.