El Citroën C3 tiene un problema que deberías conocer si lo vas a comprar

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Si pensabas ir a por un Citroën ë-C3, debes tener en cuenta esta alternativa
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95 CV de potencia y más de 300 km de autonomía por menos de 18.000 euros
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Dacia y Citroën tienen un problema muy serio
El nuevo Citroën C3, lanzado en 2024, ha llegado al mercado con una propuesta moderna y atractiva, sobre todo en su versión 100% eléctrica. Con una longitud de 4.015 mm y un maletero de 300 litros, se posiciona como una alternativa interesante para quienes buscan un urbano versátil, eficiente y con etiqueta Cero de la DGT.
El precio anunciado en la web de Citroën parte desde 25.280 euros, aunque con el Plan MOVES III se puede adquirir desde 18.280 euros. Y lo cierto es que lo que te llevas a cambio no está nada mal. Equipa un motor eléctrico de 113 CV y 120 Nm de par máximo, con una autonomía de 312 km bajo el ciclo WLTP. Su aceleración de 0 a 100 km/h en 10,4 segundos y velocidad máxima de 135 km/h lo sitúan en la media de su segmento.

El Citroën ë-C3 es una excelente opción eléctrica low cost
En equipamiento incluye el acabado YOU. Aunque no es el más completo, incluye elementos básicos como luces LED diurnas, aire acondicionado manual, carga rápida y muchas tecnologías y comodidades que otros modelos similares.
Sin embargo, pese a que es una gran oferta, no puede evitar una fuerte competencia en el sector. Sobre todo del aluvión de modelos que llega desde China.

Una alternativa china que es un problema para el ë-C3
Aquí es donde aparece un rival inesperado: el Dongfeng Box, un modelo chino que ofrece una alternativa directa al C3 eléctrico. Con unas dimensiones similares (4.030 mm de largo y 326 litros de maletero mínimo), ofrece más espacio y un equipamiento mucho más completo por solo 17.595 euros con ayudas incluidas.

El Dongfeng Box monta un motor de 95 CV y 160 Nm, con autonomía de 310 km WLTP. Aunque su potencia es inferior, su lista de equipamiento supera al ë-C3: pantalla de 12", Android Auto/Apple CarPlay, climatizador automático, cámara 360º, control de crucero adaptativo, asistente de arranque en pendiente, y más.

Esto deja en evidencia el problema del C3: su relación calidad-precio queda en entredicho frente a opciones más competitivas que llegan desde fuera de Europa. Y aunque la marca francesa tiene el respaldo de una gran red y una imagen consolidada, el contenido del producto no siempre justifica el coste.