Estos son los dos inconvenientes del nuevo Renault 4

Renault ha dado vida al icónico R4 en clave eléctrica, apostando por una reinterpretación moderna que combina diseño retro y tecnología actual. El resultado es un SUV urbano con mucha personalidad, pero también con ciertos aspectos mejorables que no pasan desapercibidos.

No es casualidad entonces que este nuevo modelo haya generado tanto interés. Con una longitud de 4,14 metros y una distancia entre ejes de 2,62 metros, ofrece un habitáculo más amplio que el Renault 5 E-Tech, especialmente en el maletero, que alcanza los 420 litros y presenta una boca de carga baja que facilita el uso diario.

Teniendo en cuenta que se ofrecerá en dos versiones —una con 120 CV y batería de 40 kWh, y otra con 150 CV y batería de 52 kWh—, la autonomía se sitúa en un máximo de 409 kilómetros en ciclo WLTP. Además, la carga rápida permite pasar del 15 al 80 % en solo 30 minutos, lo que lo convierte en una opción práctica para la movilidad urbana e interurbana.

El Renault 4 tiene un diseño logrado, pero con puntos por pulir

Lo mejor en este caso es que Renault ha conseguido mantener el espíritu del original con un enfoque contemporáneo, tanto en lo visual como en lo mecánico. Sin embargo, llama especialmente la atención que, pese al aumento de dimensiones respecto a su hermano pequeño, el espacio en las plazas traseras sigue siendo limitado para adultos. En trayectos largos, esto puede restar puntos al confort general.

Otro aspecto que no termina de estar a la altura es el aislamiento acústico. A velocidades de autopista, el ruido aerodinámico se hace más presente de lo esperado, algo que desentona con el planteamiento refinado del resto del conjunto.

El Renault 4 E-Tech consigue destacar por estilo y eficiencia, pero queda claro que aún hay margen de mejora si quiere posicionarse como un verdadero referente en el segmento de los SUV eléctricos