Para algunos es el modelo menos bonito de Kia, pero para otros es una oportunidad a precio reventado

El Kia Stonic mantiene su apuesta por la funcionalidad en un mercado dominado por el diseño emocional. Con una estética discreta y sin grandes artificios, este SUV urbano de 4,14 metros de largo se centra en ofrecer una experiencia práctica a un coste contenido. Su maletero, con 352 litros de capacidad, es suficiente para un uso cotidiano, aunque no destaca en el segmento por su volumen.

La gama parte de un motor 1.2 DPi atmosférico de 79 caballos, que homologa un consumo de 5,8 l/100 km y una aceleración modesta. Como opción más equilibrada aparece el 1.0 T-GDi de 100 caballos, que puede combinarse con un sistema de hibridación ligera de 48 voltios (MHEV). Esta versión, disponible con transmisión manual o automática de doble embrague, mejora las cifras de consumo y prestaciones, y permite al Stonic obtener la etiqueta ECO.

Precio ajustado y equipamiento suficiente en el Kia Stonic

El precio más bajo de la gama se sitúa en 15.820 euros para la versión 1.2 DPi Concept, lo que convierte al Stonic en uno de los SUV más económicos del mercado. Las versiones microhíbridas arrancan en torno a los 21.500 euros, manteniéndose dentro de una franja accesible incluso con un nivel de equipamiento más completo. Entre los elementos incluidos desde los acabados de entrada destacan la pantalla táctil de 8 pulgadas con conectividad para smartphones, el control de crucero y los sensores de aparcamiento traseros.

Llama especialmente la atención que incluso en sus versiones más básicas, el modelo logra mantener una experiencia de conducción ágil y confortable en entornos urbanos. La dirección es directa y el chasis filtra bien las irregularidades del asfalto. No obstante, su espacio interior es algo justo, en especial en las plazas traseras, y el maletero se queda por debajo de la media frente a algunos competidores directos.

Por todo ello, el Kia Stonic 2025 se presenta como una alternativa razonable para quienes priorizan el precio, la eficiencia y la simplicidad de uso. Su diseño puede no destacar, pero su equilibrio mecánico y las ventajas asociadas a la etiqueta ECO lo convierten en una opción con argumentos sólidos en el entorno urbano.