Con esta solución sencilla y efectiva se podrían evitar muchos accidentes

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Un estudio revela que, con esta luz, se reducirían muchos accidentes
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Esta luz estaría instalada en la parte delantera para advertir a quienes se aceran de frente o por el lateral
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La iluminación en los vehículos es uno de los pilares fundamentales de la seguridad vial. No solo permite a los conductores ver con claridad, sino que también les ayuda a comunicarse con otros usuarios de la carretera. En especial, las luces de freno juegan un papel clave a la hora de advertir sobre una reducción de velocidad o una detención inesperada. Sin embargo, hay margen de mejora.
Un reciente estudio realizado por la Universidad Tecnológica de Graz, en Austria, y recogido por motor.es, ha planteado una propuesta tan simple como revolucionaria: añadir una cuarta luz de freno. Actualmente, todas las luces de freno son de color rojo y se encuentran en la parte trasera del coche. Pero ¿y si también se colocara una luz de freno delantera?

Expertos señalan que añadir una cuarta luz de freno evitaría muchos accidentes
Esta cuarta luz, según los investigadores, estaría ubicada en la parte delantera del vehículo y sería de color verde, para diferenciarla del resto de luces. Su función sería advertir a los conductores que se aproximan por los laterales o desde el frente de que el coche está frenando. Esto permitiría una reacción más rápida, especialmente en intersecciones.
Los datos del estudio son reveladores. Tras analizar más de 200 accidentes reales ocurridos en Austria, se concluyó que entre un 7,5 % y un 17 % de las colisiones podrían haberse evitado con esta simple medida. Los investigadores afirman que esta solución sería económica y fácil de implementar, incluso con posibilidad de ampliarse a los laterales del coche.

Objetivo: 0 muertes en carretera para 2030
En muchas ocasiones, el ángulo de aproximación juega en contra. Uno de cada tres accidentes analizados tuvo como causa principal la mala visibilidad del vehículo que frenaba. Con una luz delantera que advirtiera de la frenada, los conductores de calles secundarias podrían anticiparse y frenar a tiempo.
La Unión Europea, que aspira a reducir a cero las víctimas mortales en carretera para 2030, tiene en esta idea una oportunidad realista y asequible. Ya obliga a incorporar asistentes de conducción, pero medidas como esta podrían marcar la diferencia.