Mejora al Toyota RAV4 en todo, también es japonés, pero el motor es extraordinario

El Lexus NX se ha consolidado como una alternativa de mayor refinamiento dentro del segmento de los SUV medios, y aunque comparte plataforma con el Toyota RAV4, la diferencia técnica y de enfoque resulta evidente desde el primer momento. Ambos modelos nacen en Japón y comparten ciertos elementos estructurales, pero la marca premium ha desarrollado una propuesta con más personalidad, mejor equipamiento y, sobre todo, una gama mecánica más ambiciosa.

La versión híbrida 350h combina un motor de gasolina de 2,5 litros con propulsores eléctricos hasta alcanzar 239 CV, lo que supone una mejora notable en respuesta y suavidad frente a la configuración híbrida del RAV4. Cabe destacar que el ajuste de la transmisión y la puesta a punto del sistema híbrido en el NX ofrecen una sensación de empuje más contundente, además de una entrega de potencia más lineal y silenciosa.

Por encima de esta variante, el NX añade opciones que lo distancian aún más de su pariente directo. El 350 con motor turboalimentado de 2,4 litros alcanza 275 CV, un salto que el RAV4 no ofrece en ninguna de sus configuraciones. Incluso en el apartado híbrido enchufable, el NX 450h+ eleva el listón con 302 CV y una autonomía eléctrica real que lo posiciona entre los modelos más avanzados de su categoría.

Diferencias clave frente al Toyota RAV4

Lo destacable en este caso es que, más allá de la potencia, Lexus ha afinado el chasis, la insonorización y el trabajo de la suspensión para ofrecer una experiencia claramente más sofisticada. El sistema de tracción E‑Four, que acciona de forma inteligente las ruedas traseras mediante un motor eléctrico independiente, mejora la motricidad y el comportamiento en firmes complicados sin penalizar la eficiencia.

Por otro lado, la arquitectura compartida con el RAV4 permite mantener un equilibrio entre robustez y ligereza, pero la ejecución final del NX está orientada a un público que busca más confort y prestaciones. En conjunto, el SUV de Lexus no solo hereda la base fiable del Toyota RAV4, sino que la lleva varios escalones más arriba, con un motor y una gama mecánica que justifican su posición en el mercado como una propuesta mucho más avanzada.