Vuelve el timo del surtidor a las gasolineras de España, así debes protegerte

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Es una de las prácticas más comunes en verano
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Negarse a pagar y fijarse bien en la boquilla, clave para no caer en la trampa
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Viene desde Japón para ser una opción mejor en todo que el Cupra Formentor y compañía
Los conductores españoles tienen que tener mil ojos puestos en las gasolineras. No solo por el hecho de que el precio está cada vez más alto, sino para no ser timados y recibir un susto bien grande en la cuenta bancaria. Cada vez son más las personas que sufren algún tipo de fraude en una gasolinera. La práctica del timo del surtidor está a la orden del día. En España, son varios puntos en los que ya se han hecho eco de una práctica que 'obliga' al conductor a tirar de buena bondad y pagar una alta cantidad de gasolina al susodicho timador. Siendo verano y viendo que las gasolineras están más concurridas que nunca, muchos optan por intentar una de las estratégicas más ilegales posibles.
El timo del surtidor, o estafa del surtidor, es una de las prácticas más peligrosas que un conductor se puede encontrar en una gasolinera. La historia es muy simple, y seguramente por dicha simpleza, muchos caen en la trampa del timador. Mientras tú llegas a una gasolinera con prisa o con ganas de seguir tu recorrido vacacional por las carreteras de la Península, hay alguien que precisamente está esperando que repostes tu coche. Tal y como ha informado el canal francés TF1, es lo que ha sucedido en una gasolinera de Avia ubicada en Ardentes.
Qué es el timo del surtidor y qué hacer para no caer
No caer en la trampa del timo del surtidor es relativamente sencillo. El mencionado canal francés de noticias explica a las mil maravillas en qué consiste este método tan sencillo y eficaz. Todo empieza cuando estás repostando, se acerca un desconocido y te pide ayuda. Normalmente, la ayuda es clara: un repostaje pequeño. La estafa llega ahora. El timador te dará el dinero en efectivo para que luego tú pagues en la caja con tarjeta, tanto el repostaje del desconocido como el tuyo.
Tras el pago, te vas para seguir con la ruta. Pero, sin embargo, el delincuente en cuestión ahí sigue. El timo está en que no llega nunca a colocar el surtidor, por lo que puede seguir repostando hasta el límite autorizado. Como eso no ha terminado, el conductor no sabe exactamente cuánto ha pagado, hasta que llega la notificación del banco.
Para no caer en la trampa, las autoridades son claras: negarse a pagar cualquier tipo de repostaje a alguien que no sea de tu confianza, te pida algo de efectivo o sin antes comprobar bien cómo está colocada la boquilla de la gasolina y saber cuánto dinero pone que hay en la pantalla.
