Se va un mito, Renault se lo carga para siempre, no lo verás más

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El mito se marcha, no volverás a ver un Megane con motor térmico en Europa
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Renault transforma a uno de sus iconos y lo convierte en un SUV familiar top
El Renault Megane ya no volverá a ser lo que conocíamos. El compacto francés de gasolina y diésel desaparece de los concesionarios europeos para siempre. No habrá marcha atrás. Lo que comenzó como una pausa temporal se ha convertido en una despedida definitiva.
En 2021 llegó la quinta generación, un Megane completamente eléctrico. La noticia sorprendió a muchos. Dos generaciones convivieron por un corto periodo: el nuevo eléctrico y el veterano térmico. Pero este último salió rápidamente por la puerta de atrás. La transición fue más rápida de lo esperado.

Renault quiere subir su apuesta por la electrificación
La decisión de Renault no es casualidad. La marca francesa apuesta todo al coche eléctrico. Ya prepara la sexta generación del Megane, prevista para 2029. También será eléctrica, con una nueva arquitectura de 800 voltios que permitirá recargas ultra-rápidas. Incluso se habla del regreso de una carrocería tipo sedán, inspirada en el prototipo Renault Emblème.
Mientras tanto, el modelo actual intenta mantenerse. En 2023 logró su mejor año, con 43.587 unidades vendidas, siendo el decimocuarto eléctrico más popular en Europa. Sin embargo, el 2024 fue más duro: las ventas cayeron un 28 %, hasta 31.445 unidades. Y en la primera mitad de 2025 la caída es aún más preocupante: –67 %, con apenas 10.082 matriculaciones.
El Symbioz será el relevo térmico del Megane
Los rivales no dan tregua. El Volkswagen ID.3 o el MG4 siempre han estado por delante en ventas. A esto se suma la ofensiva de las marcas chinas, que llegan con precios ajustados y tecnología competitiva. Renault necesita reaccionar rápido. Por eso prepara un facelift del actual Megane E-Tech antes de que acabe este año.

El sustituto del desaparecido Megane térmico es el Renault Symbioz, un modelo híbrido ligero con el que la marca intenta cubrir el hueco que dejó la gasolina. Pero no es lo mismo. Los nostálgicos del compacto original saben que el espíritu del Megane se pierde en esta transición forzada.