Es lo más parecido a un Toyota, pero con un chasis mejor y a precio de derribo

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180 CV de potencia y menos de 5 litros a los 100 km
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El concepto del Toyota Corolla llevado un paso más allá
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El Honda más esperado de todos está cada vez más cerca: el regreso de un icono
El Honda Civic sigue marcando diferencias. No es casualidad que se compare constantemente con el Toyota Corolla, su gran rival. Ambos son compactos japoneses de referencia. Sin embargo, el Civic juega con un arma que lo hace único: un chasis más afinado, pensado para quienes disfrutan de la deportividad.
A nivel estético es difícil pasar desapercibido. El diseño deportivo y agresivo es seña de identidad. Bajo, ancho y con proporciones muy equilibradas. Mide 4,55 metros de largo, apenas más que un compacto europeo como el Volkswagen Golf, pero con una silueta más estilizada y atractiva.

Espacio para toda la familia sin renunciar a la deportividad
El maletero tampoco decepciona. Con 404 litros de capacidad mínima y hasta 1.187 litros con los asientos abatidos, cumple de sobra como coche familiar. Esto lo convierte en un modelo muy polivalente. Sirve tanto para el día a día como para viajes largos.
El precio, sorprendentemente, no es prohibitivo. En la web de Honda aparece desde 33.500 euros al contado, o 33.000 euros financiado. Con una entrada de poco más de 10.700 euros, cuotas de 230 euros al mes y una final de 19.747 euros, se coloca como una de las opciones más equilibradas del mercado. Más pasional que un Toyota, mejor chasis y precio de derribo.
El motor es otro de sus grandes puntos fuertes. Se trata de un bloque HEV híbrido basado en un 2.0 de gasolina que rinde 184 CV y 315 Nm de par máximo. La caja automática CVT asegura suavidad en todo momento, mientras que la tracción delantera aporta eficacia. Acelera de 0 a 100 km/h en 7,8 segundos y alcanza 180 km/h. Y su consumo se queda en 4,7 litros cada 100 km. Cifras más que correctas para un híbrido que además presume de eficiencia. El Corolla de acceso se queda en 140 CV con un consumo similar.

La filosofía de Toyota con un punto más picante
En marcha convence todavía más. Su chasis está muy trabajado, con una puesta a punto que recuerda a deportivos más serios. Es ágil, preciso y estable. Muchos conductores coinciden en que ofrece más diversión al volante que un Toyota. Y lo hace sin renunciar al confort.
El equipamiento de serie es generoso. Desde el acabado Elegance ya ofrece climatizador, faros LED, control de crucero adaptativo, alerta de carril, navegador o asientos térmicos. También suma Apple CarPlay, llantas de aleación y sensores de aparcamiento. No hace falta gastar en extras para tenerlo todo.