Es de lo mejor que tiene Audi, pero se va por la puerta de atrás

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No solo era potencia: era un símbolo, pero se marcha casi en silencio
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Audi lo ha confirmado. Uno de sus motores más emblemáticos tiene fecha de caducidad. La decisión llega por las nuevas normativas de emisiones en Europa, que marcan un antes y un después en el mercado. Un adiós que muchos aficionados temían y que ahora es una realidad.
Se trata del 2.5 TFSI de cinco cilindros, un bloque que ha brillado en modelos tan icónicos como el RS 3, el RS Q3 o el TT RS. Incluso ha tenido presencia en ediciones especiales de otras marcas del grupo. Su sonido, su respuesta y su carácter lo convirtieron en un motor único en su categoría.

Así es el motor que está a punto de extinguirse en Audi
Las cifras lo avalan. 400 CV de potencia, un 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y un récord en Nürburgring con el RS 3 como protagonista. Más que un simple motor, era un argumento de peso para quienes buscaban prestaciones puras en un coche compacto.
La normativa Euro 7 ha sido el golpe definitivo. Desde 2026, todos los coches nuevos deberán cumplir exigencias más estrictas. Para Audi, mantener este motor supondría una inversión enorme para apenas un par de años de vida útil. La marca lo ha considerado inviable.
La retirada ya ha comenzado. Los Q3 deportivos han desaparecido del catálogo y solo queda en pie el RS 3 Sedán. Un movimiento que evidencia el fin de una etapa y la transición hacia un futuro donde las mecánicas tradicionales cada vez tienen menos espacio.
Ha sido un icono, pero se va casi sin despedirse
Para muchos, este motor representaba la esencia de la deportividad accesible en Audi. Compactos con alma de superdeportivo, capaces de emocionar en cada aceleración. Su desaparición deja un hueco difícil de llenar, sobre todo entre quienes valoran la conexión entre coche y conductor.
El futuro apunta a híbridos enchufables o a eléctricos de altas prestaciones. Opciones más limpias, pero que no convencen a los más puristas. Lo cierto es que el cinco cilindros se va sin relevo directo y casi sin despedida. Un motor legendario que sale de escena por la puerta de atrás, dejando tras de sí un legado que pocos podrán olvidar.