Renault aparta al nuevo Clio de una de las batallas del futuro

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La marca francesa opta por una estrategia diferente al resto
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Este Renault que arrasó en su día se marchará por la puerta de atrás
Renault ha confirmado que el próximo Clio no será un modelo 100 % eléctrico, marcando así una diferenciación estratégica dentro de su gama. La sexta generación del utilitario, prevista para 2026, apostará por una configuración híbrida no enchufable, alejándose de la tendencia que muchos fabricantes están siguiendo al electrificar por completo sus gamas urbanas. Con ello, el Clio mantendrá su identidad como coche polivalente, accesible y adaptado a una clientela que no está dispuesta a dar aún el salto definitivo al vehículo eléctrico.
La nueva generación llegará con una mecánica tricilíndrica de gasolina, que entregará 115 CV, y se ofrecerá tanto con transmisión manual como con caja automática EDC. Renault ha descartado por completo el diésel en este modelo y, en su lugar, consolida la electrificación parcial como vía para reducir emisiones sin comprometer el coste ni la usabilidad. Las primeras unidades estarán disponibles en el primer trimestre de 2026, con los pedidos abiertos desde otoño de 2025.

En este sentido, la decisión responde a una estrategia global del fabricante, que reservará los modelos 100 % eléctricos para otros exponentes del segmento B como el Renault 5 o el futuro Renault 4. Así, mientras estos modelos asumen el liderazgo tecnológico en el ámbito eléctrico, el Clio mantendrá una propuesta más tradicional, enfocada en la eficiencia y en la contención de costes de uso y mantenimiento.
Una posición firme ante la electrificación total
Lo destacable en este caso es que Renault no sucumbe a la presión del mercado para electrificar todo su catálogo. Con el Clio, busca preservar una fórmula que ha funcionado durante décadas y que sigue teniendo un peso significativo en las ventas globales de la marca. Esta postura evidencia que la electrificación completa no es aún una solución universal, especialmente en mercados donde la infraestructura de carga sigue siendo limitada o el precio de acceso a lo eléctrico continúa siendo elevado.
Por otro lado, mantener al Clio como híbrido permite a Renault modular su oferta en función de las demandas del cliente sin comprometer la rentabilidad del modelo. El fabricante deja así claro que su transformación tecnológica será progresiva, adaptada al contexto real del mercado y no únicamente a la presión normativa o mediática.