La respuesta de Citroën a las low cost es el nuevo C3, y es una ganga

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Urbano, eficiente y barato
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El modelo menos bonito de Citroën, ahora, es un chollo
Citroën ha reformulado por completo su estrategia de acceso con el nuevo C3, una propuesta que se posiciona como alternativa directa frente a las marcas de bajo coste. El compacto urbano de la firma francesa apuesta por una combinación de diseño moderno, configuración sencilla y un precio agresivo, buscando captar a quienes priorizan el coste sin renunciar a una experiencia de uso aceptable.
El precio de partida del nuevo C3 arranca en 15.940 euros, correspondiente a la versión de acceso con motor térmico y equipamiento básico. Las versiones más completas, con tecnología mild-hybrid y mayores dotaciones, alcanzan los 23.267 euros, configurando así una gama suficientemente amplia para adaptarse a distintos perfiles de usuario. Cabe destacar que, dentro de este abanico, se ofrece también una variante 100 % eléctrica —el ë-C3— que amplía el atractivo de la gama con una propuesta cero emisiones de precio contenido.

El nuevo C3 conserva unas proporciones compactas, con una longitud cercana a los 4,02 metros, pero adopta un lenguaje estético más robusto y cercano al de un SUV. Este aspecto le otorga una imagen más versátil sin perder maniobrabilidad en entornos urbanos. En el interior, el diseño se ha simplificado con materiales prácticos y una distribución que prioriza el espacio útil. El maletero, con 315 litros de capacidad, se sitúa en una posición competitiva dentro del segmento.
Eficiencia funcional y enfoque racional de Citroën
En cuanto a motorizaciones, la oferta se estructura en torno a un motor de gasolina tricilíndrico 1.2 litros de 100 CV en su versión térmica convencional, así como una alternativa mild-hybrid que permite acceder a la etiqueta ECO. Por otro lado, el ë-C3 eléctrico cuenta con versiones capaces de ofrecer entre 200 y 320 kilómetros de autonomía, según configuración, lo que le permite adaptarse a desplazamientos urbanos y periurbanos sin mayores compromisos.
Llama especialmente la atención cómo Citroën ha conseguido ajustar el producto manteniendo elementos esenciales como conectividad básica, equipamiento de seguridad adecuado y una estética diferenciada. El nuevo C3 no busca competir con modelos premium ni destacar por tecnología avanzada, sino ofrecer una solución racional, honesta y coherente con su posicionamiento. Por todo ello, se convierte en una pieza central en la ofensiva de la marca para democratizar el acceso al coche nuevo con garantías.