Kia se carga el que, para muchos, es el coche menos bonito de la marca

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Se vende desde 2009 pero dejará de fabricarse en octubre
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El modelo de Kia que, para muchos, es el menos bonito es el más vendido
El Kia Soul se despide. La marca coreana ha decidido poner punto final a la producción de uno de sus modelos más peculiares. Para muchos, el menos bonito de su gama. Para otros, un icono urbano con más personalidad que varios SUV actuales. Lo cierto es que su historia termina en 2025, tras más de una década de vida.
El ensamblaje cesará en octubre del próximo año. Así lo ha confirmado Kia, cerrando un ciclo que deja más de 1,5 millones de unidades vendidas solo en Estados Unidos. El Soul no era un coche cualquiera. Fue el modelo que ayudó a la marca a ganarse el respeto en un mercado tan exigente como el norteamericano.

El Kia Soul se despide para siempre
Cuando apareció en 2009, el panorama era distinto. Estaban de moda los coches cuadrados y prácticos, como el Honda Element o el Nissan Cube. El Soul llegó con la misma forma, pero con algo más: carácter. Su diseño rompedor, su interior juvenil y su famosa campaña de los hámsteres lo convirtieron en parte de la cultura pop del automóvil.
Su éxito fue inesperado. Mientras los demás desaparecían, el Soul sobrevivió. Y lo hizo con estilo. Era diferente, reconocible y funcional. Un coche pensado para gente que buscaba algo más que moverse del punto A al B. Con espacio, practicidad y una actitud descarada que conectó con un público joven.
El diseño del Soul no fue casual. Nació del Kia Design Center America, con una idea tan curiosa como brillante: crear un coche inspirado en un “jabalí con mochila”. La mezcla de fuerza y ternura funcionó. Lo suficiente como para mantener su forma cuadrada durante tres generaciones.

Dejará de fabricarse en octubre
Sin embargo, el mercado cambió. Los compradores ahora quieren SUV con tracción total, más grandes y convencionales. El Kia Seltos llegó para cubrir ese hueco, ofreciendo más espacio, más tecnología y una estética más “seria”. Su éxito selló el destino del Soul.
Aun así, su legado queda. El Soul demostró que un coche barato y diferente también puede tener alma. Fue el recordatorio de que el diseño valiente puede emocionar tanto como un deportivo. Y aunque muchos no lo consideraran bonito, nadie puede negar que el Kia Soul fue único.