Skoda tiene un Superb que recorre 2.831 kilómetros sin repostar
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Mientras Europa se quiere cargar el diésel, Miko Marczyk demuestra que sigue siendo uno de los combustibles más eficientes
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La berlina más top de Skoda es una gran alternativa a las premium
El diésel parece tener los días contados en Europa, pero sigue demostrando su eficiencia insuperable. Un Skoda Superb 2.0 TDI acaba de dejarlo claro al batir un récord mundial: recorrer 2.831 kilómetros con un solo depósito. Una hazaña que confirma que, para los que hacen muchos kilómetros, el diésel aún tiene mucho que decir.
El protagonista de este logro es Miko Marczyk, campeón europeo de rally y apasionado de los desafíos técnicos. A sus 29 años, el piloto polaco se propuso una misión: ver hasta dónde podía llegar con un solo tanque. Su ruta fue de Polonia a Disneyland París y vuelta, sin detenerse a repostar. Una locura para cualquiera, pero no para él.
Este Skoda demuestra que el diésel todavía tiene mucho camino por recorrer
El coche del récord fue un Škoda Superb de cuarta generación, con el motor 2.0 TDI de 150 CV, tracción delantera y cambio DSG de siete velocidades. Nada de preparaciones extremas: solo una suspensión Sportline para reducir 15 mm la altura y mejorar la aerodinámica. El resto, totalmente de serie.
Miko llevaba tiempo preparándose. Recibió el coche en noviembre y lo probó durante meses. Aprendió cada detalle, cada reacción, hasta conocerlo al milímetro. Descubrió incluso que los neumáticos nuevos no son lo mejor para lograr un bajo consumo: es preferible que estén ligeramente desgastados, lo justo para reducir la resistencia a la rodadura.
Próximo reto: 3.000 km
Durante el intento, mantuvo una velocidad constante de unos 80 km/h y utilizó siempre el modo Eco. Un coche de apoyo lo precedía dos o tres kilómetros para informarle de pendientes, peajes o curvas, ayudándole a anticipar frenadas y acelerar lo mínimo posible. Todo estaba calculado al detalle.
El resultado fue asombroso: 2,61 litros cada 100 kilómetros de consumo medio. Muy por debajo de los 4,8 l/100 km oficiales del modelo. Incluso en tramos con viento de cola, logró bajar a 2,2 litros, una cifra que roza lo increíble para un vehículo de su tamaño.
El combustible usado fue diésel estándar, pero Miko ya piensa en su siguiente reto: superar los 3.000 kilómetros con un solo depósito. Si lo consigue, el Skoda Superb no solo será un récord sobre ruedas, sino también la prueba viva de que el diésel eficiente aún no ha dicho su última palabra.