Uno de los modelos más bonitos de Kia desaparece

El Kia Soul dejará de producirse definitivamente en este final de 2025. Con ello, el fabricante surcoreano pone fin a uno de sus modelos más reconocibles y singulares, tanto por diseño como por posicionamiento. Lanzado en 2009, el Soul destacó desde el inicio por su silueta cuadrada, dimensiones compactas y un lenguaje de diseño que rompía con los estándares del momento. Su propuesta urbana, funcional y visualmente atrevida le permitió convertirse en un modelo icónico dentro de la gama Kia, especialmente en el mercado estadounidense, donde superó el millón y medio de unidades vendidas.

A lo largo de tres generaciones, el Soul se mantuvo fiel a su estilo original, incorporando evoluciones tecnológicas y de diseño sin renunciar a su identidad. Su carácter juvenil y versátil lo convirtió en una alternativa a los SUV tradicionales, aunque su falta de tracción total lo relegó progresivamente a un segmento más limitado. En un contexto de transformación del mercado, donde la demanda se concentra cada vez más en vehículos electrificados y con capacidades fuera del asfalto, el Soul fue perdiendo protagonismo frente a propuestas más adaptadas a las nuevas prioridades del consumidor.

Un modelo clave en la evolución de Kia

Lo destacable en este caso es que el Soul no solo representó una ruptura estética, sino que también sirvió como punta de lanza para la redefinición de la imagen de marca de Kia a partir de la década de 2010. Su diseño fue desarrollado por el centro de diseño de la compañía en California y su concepto interno, descrito como “un jabalí con mochila”, refleja la intención de crear un vehículo robusto y a la vez práctico, con una fuerte personalidad urbana.

Con la llegada de nuevos modelos eléctricos como el EV3 y el EV5, Kia está reestructurando su gama para alinear sus productos con su estrategia global de electrificación. Por todo ello, el final del Soul marca un cierre simbólico en la transición de Kia hacia una movilidad más tecnológica, conectada y sostenible.

Aunque su despedida no deja herederos directos, el legado del Kia Soul seguirá presente como uno de los ejercicios de diseño más distintivos de la firma, y como ejemplo de cómo una apuesta arriesgada puede convertirse en un icono comercial y estilístico.