Ford resucita el motor del deportivo clásico más bonito de la marca
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Solo habrá 150 unidades disponibles a un precio que quita el hipo
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Ford tiene un SUV que consume 1,5 euros cada 100 kilómetros
Mientras gran parte de la industria avanza hacia el silencio eléctrico, Ford y Boreham Motorworks han decidido remar a contracorriente. No quieren baterías. No quieren cables. Quieren ruido, vibración y carácter. Y por eso han apostado por algo que parecía imposible: traer de vuelta un motor de gasolina creado solo para emocionar.
La idea nace de Boreham Motorworks, un fabricante británico que se ha aliado oficialmente con Ford para recuperar al legendario Escort MK1 RS. No buscan imitarlo. No buscan reinterpretarlo. Su intención es devolverlo a la vida como si nunca hubiera desaparecido. Para ello han desarrollado un motor totalmente nuevo, pensado como un homenaje a la ingeniería pura.
Uno de los motores más deportivos de Ford pesa solo 85 kilos
Ese motor es el Boreham TEN-K, un propulsor diminuto, ligero y radical. Pesa únicamente 85 kilos y está construido con materiales propios de la competición. Cada componente está optimizado para aguantar un régimen de giro extremo y ofrecer un rendimiento brutal sin añadir turbos ni sistemas híbridos. Aquí manda la mecánica pura.
El TEN-K es un cuatro cilindros de 2.100 cc, una cifra humilde si la comparamos con los motores actuales. Pero esa modestia es solo una fachada. Con aspiración atmosférica, sin trucos ni artificios, este bloque es capaz de alcanzar las 10.000 rpm y entregar 330 CV. Un logro técnico que recuerda a los motores más salvajes de los años dorados del automovilismo.
Con ese carácter, la experiencia prometida es casi quirúrgica: respuesta inmediata, aceleración rabiosa y un sonido que solo puede surgir de un motor diseñado para girar muy alto. Unido a su peso liviano, todo apunta a un comportamiento digno de un coche de carreras vestido de clásico.
Solo habrá 150 unidades y su precio será prohibitivo
Ford y Boreham no lo llaman restomod, porque no lo es. No parten de un coche antiguo. No lo restauran. Lo crean desde cero con los planos del original y materiales del siglo XXI. Lo han bautizado como Continuumod, una filosofía que mezcla continuidad histórica y tecnología moderna sin traicionar la esencia del Escort.
La producción será mínima: solo 150 unidades, previstas para finales de 2026, y con un precio cercano a los 350.000 euros. Una pieza exclusiva, pensada para quienes quieren sentir, una vez más, lo que significa conducir un clásico con alma, con gasolina y con una historia que vuelve a rugir.