El proceso psicológico de Jenni Hermoso tras el beso: una montaña rusa de fases comprensible para los expertos

El hecho histórico que logró la selección española de fútbol el pasado domingo 20 de agosto, al conseguir ser ganadoras del mundial femenino, se ha quedado en un segundo plano debido al beso del presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, a la futbolista, Jenni Hermoso.

En un primer momento, la futbolista no quiso posicionarse, pero finalmente emitió un comunicado denunciando lo sucedido.

Ante este cambio de comportamiento, junto con el reciente vídeo en el que se ve a las futbolistas “bromeando” con el beso, entre ellas Jenni, se está empezando a poner en duda si fue consentido o no y si realmente la futbolista es víctima de una agresión sexual.

Ante estos cuestionamientos, la neuropsicóloga Alba García ha explicado a El Desmarque las fases por las que pasa el cerebro de una persona al sufrir una agresión sexual.

La futbolista se acuerda del momento, pero estaba bajo un estado de euforia por la victoria

Cuando se es víctima de un abuso de este tipo no todo es es tan sencillo como puede parecer desde fuera, visto por terceros, sino que a nivel psicológico dicha persona pasa por diferentes fases.

En primer lugar, cuando se produce la agresión, el estado físico y psicológico de la víctima es fundamental. En el caso concreto de Jenni Hermoso, el acto se produjo cuando estaba en un momento de euforia plena tras haber ganado un campeonato y logrado un hecho histórico.

Aunque ella es consciente del hecho, es decir, los psicólogos no consideran que estuviera en un estado de disociación -desconexión entre la mente de la víctima y el momento presente-, está bajo los efectos de una explosión de emociones y sentimientos positivos y optimistas.

Primera fase tras sufrir una agresión sexual: negación de los hechos

Una vez que la agresión se ha producido, en gran parte de las ocasiones, la víctima se encuentra en una fase de negación. “No es para tanto”, “ha sido sólo un beso”, “ha sido mi culpa por no ser clara”, “no he dejado claro mis intenciones”... ejemplifica la neuropsicóloga.

Esta fase se refleja en el vídeo, publicado recientemente, en el que las futbolistas salen  “bromeando” sobre el beso entre Rubiales y Jenni Hermoso.

De hecho, ella misma explica cómo el presidente de la Real Federación Española de Fútbol le cogió, contradiciendo a lo expuesto por este durante la rueda de prensa en la que remarcó que no iba a dimitir y explicó que fue la futbolista la que le agarró y le levantó del suelo.

Además, todo parece indicar que la futbolista quiere quitar la máxima importancia posible a lo sucedido, rasgo común de la fase de negación, para evitar que se mediatice, al contrario de lo que finalmente ha pasado.

Después la víctima comienza a dudar y a replantearse la importancia de lo sucedido

La duda, es la segunda fase por la que pasan las víctimas de una agresión sexual. A medida que pasan los días, el suceso se repite constantemente en la mente y empieza a surgir la frustración, rabia…detalla la psicóloga García.

Cuando empiezan a valorar que no fue un hecho sin importancia, muchas de ellas se lo cuentan a su círculo más cercano como por ejemplo familiares, pareja, amigas…

En este caso concreto, antes de que Jennifer se pronunciara, el hecho comenzó a hacerse eco en los medios, por lo que, según apunta la experta, la fase de duda comenzó más pronto de lo normal.

La aceptación y denuncia en Jenni Hermoso ha llegado antes de lo habitual

Por último se produce la fase de aceptación y denuncia. En muchos casos, este estado tarda en llegar meses e incluso años por miedo a que no la crean o por sentir vergüenza al tener que contárselo a terceros.

Al igual que la fase de duda, esta última también se ha producido antes de lo habitual, tanto por la presión mediática como por el gran apoyo de jugadoras, gran parte de la sociedad, familiares, pareja…que Jenni está teniendo.

El “piquito” de Rubiales, además de ser una agresión sexual, es un abuso de poder. Esto también influye a la hora de aceptar y denunciar el hecho ya que al ser un superior la víctima puede pensar que si se posiciona en contra de este su futuro, en este caso laboral, podría verse perjudicado.

La exposición mediática va a potenciar el sentimiento de culpa de la futbolista

Aunque se podría pensar que cuando la víctima lo admite y denuncia acaba todo, en realidad no es así, ya que comienza un proceso en el que tiene que repetir una y otra vez lo sucedido ante terceros.

Además, en este caso, hay dos posiciones muy claras: a favor o en contra de Rubiales, por lo que se están generando juicios de valor tanto por los medios como por la sociedad.

Toda esta presión mediática también afecta considerablemente al estado psicológico de la futbolista ya que ha pasado de ser una de las ganadoras del mundial a convertirse en la víctima, y para muchos, la culpable de que puedan echar a Rubiales de su puesto.

Sin entrar en muchos detalles, toda esta situación va a potenciar el sentimiento de culpa y vergüenza de la futbolista agravando su estrés y presión tanto a nivel personal como cuando vuelva al campo.