Este es el motivo por el que una doctora no recomienda ducharse después de comer

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Al ducharte, el cuerpo manda toda sangre a la piel y deja de priorizar la digestión
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La doctora recomienda esperar entre 30 y 60 minutos
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Por qué no debes ducharte cuando terminas de entrenar
El verano ya está aquí, y como cada año, vuelve la extendida creencia del corte de digestión. Aunque ya hemos explicado que se trata de un mito, la recomendación de evitar meterse de golpe en la piscina o en la playa justo al terminar de comer sí que es real.
Siguiendo esta línea, la Dra. Sara Marín Berbell, más conocida en redes como @uncafecontudoctora, añade también evitar la ducha después de comer o de cenar porque "te puede hacer mal y, sobre todo a tu estómago".
Por qué evitar la ducha después de comer
"Después de comer, la sangre va a tu estómago para digerir toda la comida" ya que "necesita mucha energía para funcionar". Sin embargo, si en ese mismo momento decides darte una ducha "el cuerpo manda toda la sangre a la piel para abrir los vasos y ayudarte a regular la temperatura".
De esta forma, dicha función "le quita toda la prioridad al estómago" y puede producir "digestiones lentas, acidez, pesadez y hasta mareos".
Cuánto tiempo que pasar
Aunque la digestión dura varias horas, esto no significa que tengamos que esperar tanto para ducharnos. De hecho, la doctora Marín recomienda que "la próxima vez que te metas una comilona o una súper cena, sobre todo ahora en verano, espera entre 30 o 60 minutos para ducharte", independientemente de que sea con agua caliente o frío.
En este periodo de tiempo el aparato digestivo comienza a dar los primeros pasos de proceso digestión, los cuales son más llevaderos si se comen pequeñas raciones de comida y se permanece erguido -y no tumbado- tras acabar de comer.
De esta forma, lo ideal es ducharse antes del desayuno, el almuerzo o la cena para que no exista posibilidad de indigestión.
La verdadera realidad del corte de digestión
Aunque el corte de digestión no existe como tal, sí que pueden producirse complicaciones, como el síncope por hidrocución, al meterse de golpe en la piscina o en la playa justo después de comer.
En otras palabras, teniendo en cuenta que al mediodía es cuando más calor hace y que la sangre está centrada en ayudar a los órganos digestivos a hacer la digestión, se puede producir "un choque térmico que afecta a la circulación sanguínea y puede producirse tanto dentro como fuera del agua" y para prevenirlo, lo ideal es meterse gradualmente al agua, estar hidratado, evitar las comidas copiosas y la exposición al sol continuada.