Cómo saber si tengo fascitis plantar, una dolencia muy común en verano y no por el calor

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El cambio de hábitos en verano favorece la aparición de fascitis plantar
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Ante los primeros síntomas, hay que actuar
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En verano, una gran parte de la población adopta rutinas que no realiza durante el resto del año. Mayor actividad física, mayor tiempo al aire libre, cambio de calzado... hábitos que tienen múltiples beneficios para la salud, pero que también favorecen la aparición de dolencias, como por ejemplo la fascitis plantar.
Es común pensar que la fascitis plantar, también llamada fasciopatía plantar, la provocan las altas temperaturas en sí mismas, pero la realidad es que son "los cambios de hábitos que trae consigo el verano: más movimiento, más carga para el pie y menos protección por el tipo de calzado”, detalla Guido Fabián Gómez Chiguano, fisioterapeuta del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM).
De la vida sedentaria a la exigencia física
Durante el resto del año, una gran parte de los pies de la población están acostumbrados a llevar una vida bastante sedentaria, así como unos zapatos con más suela en el talón que en la punta haciendo que músculos -gemelos y sóleo- y estructuras -tendón de Aquiles y fascia plantar- estén más relajados.
Sin embargo, "esa diferencia de altura desaparece en verano y empezamos a caminar descalzos o usamos chanclas muy planas y flexibles”, diferencia Gómez Chiguano, que junto con el aumento de la actividad física, hace que "estructuras como la fascia plantar reciban más carga de la que están preparadas para asumir", apunta un artículo del CPFCM.
Más actividades en terrenos irregulares
Otro factor que favorece esta afección es el hecho de hacer actividades en entornos naturales con superficies irregulares, como la playa o el césped, suelos a los que el pie no está acostumbrado.
"Hacer deporte sobre arena o caminar mucho sobre suelos irregulares activa con más intensidad toda la musculatura del pie y la pierna, y puede aumentar la tensión tanto en la fascia plantar como en el tendón de Aquiles", continúa Gómez Chiguano.

Cómo identificar la fascitis plantar
Si tras los cambios de hábitos nuestros pies comienzan a manifestar una serie de síntomas, lo más importante es no ignorarlos y actuar a tiempo para poder "revertir la situación sin necesidad de frenar del todo nuestra actividad". Los síntomas más característicos de las fascitis plantar, según la CPFCM, son los siguientes:
- Dolor punzante en el talón al dar los primeros pasos por la mañana o al ponerse de pie tras estar sentado un rato.
- El dolor mejora al caminar o hacer ejercicio, pero tarda cada vez más en "calentarse".
- En fases más avanzadas, el dolor ya no se calma fácilmente y se potencia al final del día pudiendo quedarse latente toda la noche.
Recomendaciones para evitar el dolor
Teniendo en cuenta que para calmar el dolor, el objetivo no es dejar de moverse (porque perjudica al organismo en general), las recomendaciones son las siguientes:
- Frío local en la zona con dolor unos 20 minutos varias veces al día, sobre todo después de la actividad física
- Evita ir descalzo o con chanclas planas y blandas. Apuesta por calzado deportivo con un poco de tacón o chanclas de montaña con suela rígida y el talón más alto.
- Lo ideal es elegir sandalias específicas para fascitis plantar o calzado con plataforma moderada en el caso de modelos más estéticos, siempre que no compriman los dedos ni carezcan de sujeción.
- Incluso en la playa, utiliza calzado técnico al realizar cualquier deporte
- Estira regularmente el gemelo y el sóleo para liberar el exceso de tensión en la zona. Entre cuatro y cinco veces al día, con una duración de 50 segundos por serie
En caso de que el dolor no cese o sea muy intenso, lo más recomendable es acudir a un profesional para que valore el estado del tejido, dé un diagnóstico, derive al especialista, en caso de que sea necesario, y proponga el tratamiento más acertado.
