Míchel: "A veces mi equipo es suicida"
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Míchel, entrenador español del Olympique de Marsella, trata de dar su identidad futbolística a un equipo sumido en la duda, que ha comenzado la liga con tres derrotas en cuatro jornadas, y que, confiesa el técnico, "a veces es suicida".
En una entrevista con el diario "L'Équipe", Míchel desvela cuáles son sus planes para el conjunto del sur de Francia, que pasan por imprimir algo de calma al juego de su joven plantilla.
"¡Este equipo es muy joven! Tiene mucha audacia, es valiente, pero a veces también es suicida. Así que hace falta enfriar un poco sus emociones, para que tenga las claves sobre dónde presionar, como gestionar las fases de posesión, por dónde hay que atacar...", dice.
Entre las principales innovaciones tácticas que Míchel pretende introducir respecto al técnico argentino Marcelo Bielsa -que dejó el club de forma intempestiva tras solo dos jornadas- es una mayor posesión en las jugadas de ataque.
"Viendo cómo jugaba el equipo, constatamos que atacaban desde el lugar en que se recuperaba el balón. Nosotros necesitamos más calma: no queremos partidos de ida y vuelta permanente. Eso nos llevaría a demasiada precipitación", señala Míchel, quien, pese a todo, reconoce que intentarán conservar algunos conceptos implantados por Bielsa.
Míchel atribuye el mal comienzo de Liga en parte a las turbulencias ocasionadas por el mercado de fichajes, en el que el Olympique incorporó a un buen número de jugadores y perdió a otros tantos.
A su juicio, con jugadores tan jóvenes y codiciados, "eso crea una gran inestabilidad que repercute en el equipo", como también lo hace haber perdido a pesos pesados del vestuario, como Gignac, Ayew o Imbula.
Tras recordar que la mayoría de sus jugadores tienen entre 21 y 25 años, Míchel reconoce que "las circunstancias no permitieron" la incorporación del media punta argentino Erik Lamela, aunque mantiene que nunca se quejará en una rueda de prensa por que no lo hayan traído a un jugador u otro.
Como áreas de mejora, cita el balón parado (tanto ofensivo como defensivo), el posicionamiento sobre el terreno de juego o la necesidad de ser más agresivos.
Y pese a que todavía no domina el francés, Míchel cree que eso no le impide transmitir a los jugadores sus conceptos, como tampoco lo hizo a Bielsa, aunque asegura que ya ha comenzado a estudiar la lengua.