Marco Silva, el técnico portugués que hizo historia en Grecia
Alumno aventajado de la nueva hornada de entrenadores portugueses, Marco Silva (Lisboa, 1977) ha hecho historia en Grecia, al proclamarse este domingo campeón ligero con el Olympiacos en solo 24 partidos, aplicando dos preceptos que le caracterizan: su cercanía con los jugadores y la posesión.Antonio Torres del Cerro
Nunca un entrenador, nacional o extranjero, se había proclamado campeón en Grecia en el mes de febrero. Silva ha sumado 22 victorias, un empate y una sola derrota para coronarse en el Olimpo griego.
El triunfo de este domingo ante el Veria (3-0, con doblete del español David Fuster y un tanto del mexicano Alan Pulido) allanó el camino cuando todavía faltan seis jornadas para acabar una Liga que tiene 16 equipos.
"Fuimos un equipo muy competente y muy regular, a pesar de tener 'Champions' de por medio", manifestó hoy mismo Silva a la radio lusa TSF.
¿Pero cuál ha sido el secreto del joven técnico portugués? El trato humano es uno de los que más pesan, cuentan exjugadores suyos.
"Es un entrenador muy cercano. Le gusta mucho el entrenamiento con el manejo del balón". La opinión es del exjugador del Real Madrid Javier Balboa, al que Silva dirigió en el Estoril luso en la temporada 2013-2014.
Para Balboa, actualmente en el Al-Faisaly de Arabia Saudí, el técnico luso promueve la "unión" entre los jugadores, a los que hace sentirse importantes, jueguen o no.
Antes de tomar las riendas del Olympiacos, Marco Silva dirigió al Sporting de Lisboa la pasada temporada (2014-2015), en la que obtuvo la Copa de Portugal.
Su excelente relación con jugadores y afición no fue suficiente para que siguiese en "los leones". La tensa relación de Silva con el presidente del Sporting, Bruno de Carvalho, pesó más.
"Es un entrenador que me encanta, que me ayudó, que apostó en mí, por eso solo tengo palabras de agradecimiento para Marco Silva. Si yo mandase en el club...", llegó a decir el internacional portugués Joao Mário un mes antes de la destitución del técnico.
El entrenador se ha consagrado campeón en su quinta temporada como técnico principal. Las tres primeras las pasó en el club en el que jugó gran parte de su carrera, el Estoril, una pequeña entidad a las afueras de Lisboa.
Colgó las botas en 2011 e inmediatamente después se sentó en el banquillo para lograr en la 2011-2012 un ascenso a Primera.
En la categoría de oro, logró dos participaciones seguidas en Europa, en la 2012-2013 y 2013-2014, fruto de un quinto y un cuarto puestos, respectivamente.
Marco Silva consiguió en el Estoril rentabilizar una arriesgada apuesta por jóvenes brasileños y portugueses, practicando siempre un fútbol de posesión, para muchos en las antípodas del que pregona el más conocido técnico luso, José Mourinho.
Ponderado y comedido en sus manifestaciones, Silva es uno de los estandartes de la generación de técnicos lusos nacidos en la década de los 70.
El actual entrenador del Zenit ruso, André Villas-Boas (1978), es el rostro más conocido, aunque no el único.
El preparador del Mónaco Leonardo Jardim (1974); el del Basilea suizo, Paulo Sousa (1970); y el del Braga, Paulo Fonseca (1973); son otros nombres destacados.