El termómetro de la 11ª jornada

Termómetro de la undécima jornada de LaLiga Santander: 
- Leo Messi: su exhibición futbolística en el Sánchez Pizjuán es para enmarcar. Messi jugó de todo y en todas las demarcaciones lo hizo bien. Cuando el Barcelona necesitaba un salvador, asfixiado en la presión del Sevilla y atropellado por fútbol, apareció su líder para empatar con un toque magistral a la red y liderar la remontada en una segunda parte impecable. El rey del fútbol volvió a mandar.
 
- Keylor Navas: por primera vez esta temporada consiguió dejar su portería a cero y se quitó una espina que tenía clavada. Desde que se operó en verano del tendón de aquiles y completó una larga recuperación, no había logrado marcharse plenamente feliz de ninguno de los nueve partidos que había disputado. En todos encajó gol y su nivel de eficacia se había reducido. El Leganés no le llegó mucho pero sacó la ocasión más clara que tuvo con una bonita estirada y colaboró para que tras diez encuentros encajando, el equipo de Zinedine Zidane comience a recuperar estabilidad.
 
- Guidetti: con la cabeza que le falta en otros momentos que no controla, como el de esta semana provocando al público del Ajax con un gesto que luego le hizo cerrar su cuenta de Twitter por amenazas a su familia, firmó el tanto de la remontada del Celta de Vigo ante el Valencia en Balaídos. Delantero peculiar que no deja indiferente. Guerrero en el terreno de juego con gran remate.
 
- Illarramendi: firma tres victorias consecutivas en la LaLiga Santander una Real Sociedad liderada en su juego por Asier Illarramendi, que ha recuperado la imagen de aquel jugador que llamó la atención del Real Madrid para su fichaje. Ante el Atlético de Madrid ejerció un gran dominio del partido y dirigió el juego de un equipo que tumbó con todo merecimiento a los de Simeone.
 
 
- Sergio Busquets: resulta extraño ver en un momento tan inestable al eje del Barcelona, el jugador del que depende gran parte del éxito. Atraviesa problemas físicos que no se pueden ocultar en el terreno de juego y lo asume públicamente. En la primera parte de Sevilla fue atropellado sin encontrar soluciones al aluvión.
 
- Jan Oblak: se reencontró en Anoeta con el que se ha convertido en su único defecto como portero, los penaltis. La Real Sociedad incidió en el lado que el Real Madrid explotó en la última final de la Liga de Campeones y Oblak se mostró de nuevo inoperante en los dos lanzamientos. Su seguridad la ha rebajado en los últimos partidos y el Atlético de Madrid lo acusa.
 
- Enrique Marín: el Osasuna tenía una final en El Sadar, uno de esos partidos que son claves en la lucha por el objetivo de la permanencia, y lo acabó perdiendo ante el Alavés. Es último y no reacciona, con decisiones como la falta de protagonismo de Fran Mérida que empiezan a señalar a su entrenador. Es el gran artífice del ascenso, pero el fútbol no tiene memoria.
 
- Sporting de Gijón: ocho jornadas sin ganar y seis derrotas condenan al Sporting de Abelardo a la zona de descenso. En La Rosaleda tuvo el triunfo en su mano, se adelantó en dos ocasiones pero le está faltando madurez para mantener los encuentros que se ponen de su lado. Acabó siendo remontada y ensanchando una línea muy negativa.