Cuando la guerra y el fútbol intentan convivir en Alepo
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Llamativa la historia que se produjo hace unos días en Siria, en la que el fútbol y la guerra convivieron por unos días, o mejor dicho a punto estuvieron de hacerlo. La ciudad siria de Alepo, dividida entre la zona que controlan las fuerzas gubernamentales y la que está en manos de los insurgentes, fue el escenario de un partido convocado para el pasado jueves en nombre de la "reconciliación nacional" y que finalmente no se llegó a celebrar.
La iniciativa partió de la Gobernación de Alepo, que domina el oeste de la ciudad situada en el norte de Siria. A través de mensajes directos a móviles de los ciudadanos, las redes sociales e incluso pasquines en las calles se convocaba a los rebeldes al partido de fútbol durante los primeros días de la semana
"¡Combatientes de los barrios orientales! La Gobernación de Alepo os invita a asistir y participar en un partido amistoso de fútbol como muestra de buena voluntad en favor de la reconciliación nacional”, rezaba el texto que desde el lado de los insurgentes, que controlan el este de la ciudad, se interpretó como una burla y como una maniobra de propaganda para limpiar la imagen del otro lado.
El caso es que los enfrentamientos son más virulentos que nunca en Alepo en este mes. Unos 150 civiles de la zona oriental han muerto en los últimos días, como consecuencia de los ataques de las tropas gubernamentales, que también han mermado el funcionamiento de hospitales y colegios.
Un panorama complicado y que invitaba poco al fútbol y a la reconciliación, pese a que se barajó la posibilidad de que se habilitara un corredor seguro para que los que quisieran participar o presenciar el partido de fútbol lo pudieran hacer sin mayores riesgos. El caso es que la iniciativa no cuajó y finalmente no hubo partido y sí guerra.