Alexandr Mostovói, el "Zar", cumple 50 años
El ruso Alexander Mostovói, que militó la mayor parte de su carrera en el Celta de Vigo y el Spartak Moscú, cumplió este miércoles 50 años homenajeado por la prensa local.
La prensa rusa repasó algunas de las páginas más brillantes del considerado mejor futbolista que ha producido este país desde la caída de la Unión Soviética en 1991.
Mostovói, que nació en San Petersburgo, ganó la liga soviética nada más aterrizar con 18 años en el Spartak Moscú, equipo con el que también se alzaría con el título en 1989.
Nada más desaparecer la URSS, fichó por el Benfica, pero por problemas contractuales apenas pudo jugar, tras lo que jugó tres temporadas en Francia, una en el Caen y dos en el Estrasburgo con el que ganó copa de Francia y la Intertoto.
Pero los mejores años de su carrera los vivió en el Celta (1996-2004), donde formó una formidable pareja con su compatriota Valeri Karpin, aunque la primera temporada tuvo problemas de adaptación.
El equipo gallego sólo ganó esos años la Intertoto (2000), pero dejó para la historia un gran fútbol y partidos memorables como el 4-0 ante la Juventus o el 7-0 al Benfica.
Cuenta que recibió suculentas ofertas del Real Madrid, Barcelona y Juventus, pero que el presidente del club, Horacio Gómez, pidió 25-30 millones de pesetas, una fortuna en aquellos tiempos.
"Eso es como ahora 100 millones", comentó a Efe en una ocasión el futbolista conocido en Vigo como "Zar" y considerado unánimemente el mejor jugador de la historia del club gallego.
No tuvo tanta suerte con la selección rusa, con la que se había proclamado brillantemente campeón de Europa sub 21 ante la antigua Yugoslavia de Prosinecki, Mijatovic o Suker (1990), aunque sí disputó el Mundial en 1994 y la Eurocopa 1996, torneos en los que los rusos fueron apeados en la primera fase.
Para la historia pasará su antológico gol con el Spartak ante el Metallist en 1990 o el extraordinario tanto que le marcó al Real Madrid con la camiseta olívica en 1998 en el estadio de Balaídos, jugadas en las que dribló a varios jugadores antes de batir al portero rival.
Tras colgar las botas en el Alavés, vivió en España durante diez años, pero ahora reside en Rusia, donde trabaja como comentarista para radio y televisión, y juega al hockey sobre hielo, su gran pasión.