De Highbury al Francisco de la Hera: 15 años de la 'perla' de Utrera
El fútbol, como la vida, nunca se detiene. Apenas unos días, unas horas o unos minutos pueden decidir tu destino: la diferencia entre marcar el tanto para conseguir un título o fallarlo, apenas son segundos, milésimas incluso. Sólo los genios pueden dominar el tempo futbolístico para llegar a lo más alto. Así lo hizo José Antonio Reyes, el hombre que pasó de brillar en Londres a salvar al Córdoba... y ahora volver a por la épica en Extremadura.
Nacido en Utrera (Sevilla, 01/09/1983), José Antonio Reyes comenzó a driblar desde pequeñito. Todos los ojos se centraban en su figura y Joaquín Caparrós, como entrenador del primer equipo del Sevilla FC le dio la oportunidad con apenas 16 años. Un niño en un terreno de mayores.
Sus regates, su velocidad y su descaro llamaron la atención de todo el planeta fútbol y tras ser relacionado con clubes como el Real Madrid, el Arsenal de Wenger consiguió su firma por 30 millones de euros el 27 de enero de 2004. Sus lágrimas bañaron de dinero a una entidad que ahora presume de títulos europeos. El inicio del 'nuevo' Sevilla fue José Antonio Reyes.
En Londres todos estaban enamorados del joven español, uno de los primeros en llegar a la Premier League antes de la oleada actual, y su rendimiento, a pesar de que no comenzó demasiado bien, se ganó el notable. Ganó la competición junto a la mejor plantilla -probablemente- del Arsenal: Reyes perteneció al Arsenal de 'Los Invencibles' (no perdieron ni un sólo encuentro en toda la competición regular).
Su vuelta a España: Madrid, dividida
Tras dos temporadas y medias en el Arsenal (69 partidos en Premier, 16 goles y 23 asistencias) el Real Madrid cumplió su cometido y consiguió poner la camiseta blanca a José Antonio Reyes.
El de Utrera llegó al Santiago Bernabéu con la vitola de ser un revulsivo, un importante hombre de plantilla para Fabio Capello. Un año le fue suficiente para asentarse en la historia de la entidad, anotando dos de los goles claves para conseguir el título de LaLiga Santander en la última jornada. (Victoria por 3-1 ante el Mallorca).
Volvió a Londres tras la cesión, pero el destino le tenía una carta guardada: meses después de levantar LaLiga con el Real Madrid se marcharía al Atlético de Madrid. En su primera temporada bajo las órdenes de Aguirre no brilló en demasía y tuvo que abandonar España para recuperar su mejor fútbol.
Quique Sánchez Flores, clave en su carrera
Quique Sánchez Flores, exentrenador del Espanyol y actualmente míster del Shanghai Shenshua, le reclamó para su proyecto en Portugal y Reyes respondió al reto: 34 encuentros disputados con seis tantos anotados. Su mejor versión estaba de vuelta.
Reyes volvería a Madrid tras su erasmus en Portugal y tras nueve jornadas el por aquél entonces chico de 26 años volvería a coincidir con Quique Sánchez Flores, esta vez en el Atleti: campeones de la Europa League y subcampeones en Copa del Rey. Los pitos de la afición rojiblanca ya eran aplausos.
Especialista en mercados invernales, en enero de 2012 volvería a su casa, al Sevilla FC, para dejar tardes de detalles y aplausos en el Sánchez-Pizjuán. Posteriormente (2016) volvería a ser llamado por Quique para jugar en el Espanyol, lugar en el que dejó grandes citas.
El reto exótico y la Segunda División
A sus 34 años, José Antonio Reyes se vistió de verdiblanco: llegó en invierno al Córdoba, a un equipo que parecía condenado al descenso a la Segunda División B y, ante una afición desilusionada, cambió el color del cristal, consiguiendo salvar a su equipo.
Tras salvar al Córdoba, se marchó a la segunda división China, una mini aventura exótica que aportó enseñanzas... y una nueva oportunidad.
El Extremadura, un año después del milagro en Córdoba, le reclama: su físico está muy lejos de ser el que era, pero su mente sigue fresca, la 'perla' de Utrera continúa manejando el tempo y el saber futbolístico.
Desde el Highbury al Francisco de la Hera: la perla, el genio, el hombre que nació en Utrera y se convirtió en el jugador que más Europa Leagues logró levantar en la historia, no se ha cansado aún del fútbol. Extremadura se agarra a su magia.
