Bryan Zaragoza, un gol estratosférico con homenaje para Brahim Díaz

Bryan Zaragoza ha recuperado la sonrisa en El Sadar. El habilidoso extremo de 23 años, cedido por el Bayern de Múnich al CA Osasuna, lideró a los rojillos en la victoria ante el FC Barcelona. El malagueño desarboló a la zaga azulgrana con un recital de fútbol salido de sus menudas botas. Hizo un gol, un auténtico golazo a la altura de muy pocos jugadores, y dio una asistencia. Para celebrar su primer tanto de la temporada no dudó en celebrarlo a lo Brahim Díaz. El futbolista del Real Madrid estará unos meses de baja por una lesión en el abductor largo de la pierna derecha.

Los dos jugadores son el máximo exponente del fútbol malagueño. Calidad, descaro y talento a raudales que les han llevado a firmar por dos de los mejores equipos del mundo, Bayern Múnich y Real Madrid. También han alcanzado la internacionalidad absoluta.

Bryan Zaragoza, tras llegar a Alemania el pasado mes de enero, ha vuelto a España este verano cedido por el equipo muniqués. En El Sadar está volviendo a mostrar todo su repertorio. Un fútbol eléctrico, de vértigo y jugadas imposibles. Lo sufrió este sábado Jules Koundé y Sergi Domínguez. Los dos defensas del FC Barcelona tendrán pesadillas con él.

Su gol, con una pisadita que levantó a la gente de sus butacas, le valió para zafarse de Iñaki Peña y marcar el 2-0. Un golazo que merecía una celebración especial. Bryan Zaragoza se fue al córner, abrió los brazos y se tapó los oídos como hace Brahim Díaz ante una hinchada, la rojilla, rendida a sus pies.

Incrédulos por la barbaridad que había realizado Bryan Zaragoza El Sadar caía rendido ante su jugador. Hacía homenaje a sus palabras: "Yo juego para el regate, no juego para correr detrás de la pelota ni juego para otra cosa. Yo desde pequeño, de barrio, he jugado toda mi vida en el barrio, y al final juego para eso".

Se formó, como Brahim Díaz, en el Club Tiro Pichón hasta que en juveniles lo descartaron por bajito. Se marchó al Conejito de Málaga. Demostró que al fútbol se juega con los pies y con la cabeza. Que el talento es más importante que los centímetros para llegar a la élite con su 1,64.

El perfume se guarda en frascos pequeños. El fútbol de barrio, el del descaro, en las botas de Bryan Zaragoza. Sus 1.800 vecinos entre Carranque y Cruz de Humiladero seguro que recordaron este sábado como Bryan Zaragoza y Brahim Díaz hacían diabluras por sus calles desde bien pequeños.

Seguro que rompieron algún cristal y escaparon corriendo para evitar el castigo. Ahora marcan goles en la élite y lo celebran igual. Fútbol de calle para levantar a los aficionados de sus gradas y hacer feliz a Osasuna y Real Madrid mientras celebran, de manera cómplice, sus goles. Un homenaje de un chico barrio a su amigo lesionado.