Demasiado castigo para Iraizoz en su regreso al once
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La personalidad bajo los palos siempre ha sido una de las principales bazas de Gorka Iraizoz, pero en los primeros compases de la cita en Cornellà le ha costado controlar los nervios. Sentía el peso de todas las miradas sobre su espalda. Sabía que muchos aficionados preferían
que Valverde hubiese mantenido la confianza en Iago Herrerín pese al fallo que dio origen al segundo tanto del Celta en el estreno de San Mamés. Y el guardameta del Athletic, curiosamente, ha calcado el error en la primera llegada de peligro de los pericos.
A los dos minutos, Iraizoz calculaba mal una salida en una falta botada por Simao desde la derecha y la pelota se ha paseado por el área pequeña con la fortuna de no haber encontrado rematador. Ha sido lo más cerca que ha tenido a los atacantes del conjunto catalán antes del descanso. Víctor Sánchez no ha necesitado aproximarse para firmar el 1-0. En el ecuador de la primera parte, Iraizoz despejaba bien esta vez de puños un córner, pero la zaga rojiblanca no lograba controlar el esférico, que lo recogió el perico para conectar un latigazo espectacular que se colaba por la escuadra de la meta defendida por el portero navarro para adelantar al Espanyol.
No ha tenido más trabajo hasta el descanso. Pero en la reanudación, producto de la descoordinación de la zaga bilbaína en una jugada bien trenzada por los blanquiazules, Víctor Sánchez sorprendía de nuevo para volver a superar a Iraizoz al incorporarse al remate en segunda línea tras un centro desde la derecha. Era el 2-1.
En el 65 llegaba el tercero del Espanyol. Jugada por la derecha del ataque periquito, el navarro lograba repeler el primer remate de Stuani, también el siguiente de Sergio García, pero la tercera era la vencida. Iraizoz no ha podido evitar que la pelota traspasara la línea de gol unos centímetros. Al margen del comentado error inicial, poco más podía hacer el meta rojiblanco en ninguno de los tres tantos.