Paco Alcácer, el Muniain del Valencia, sigue la estela de Isco
La perla de la cantera del Valencia Paco Alcácer, internacional en todas las categorías inferiores, siempre estuvo a la sombra de Isco, pero parece que Djukic, a sus 20 años, le puede conceder galones. Esta semana ha marcado en Europa League ante el Kuban y amenaza en San Mamés ante Aduriz, que le quitó protagonismo y ante Muniain, su caso paralelo en el Athletic.
Alcácer lo ha ganado todo insertado con España Sub-17 y Sub-19, tanto a nivel de títulos (dos campeonatos y un subcampeonato entre 2010 y 2012), como el entorchado de máximo goleador en el europeo Sub-17. En total, 33 veces internacional y 26 goles. En el Valencia ha debido escalar peldaños con tiento, ante la sobresaliente competencia que cada curso le imponen en la zona de vanguardia. De hecho, Aduriz y Soldado le enviaron cedido al Getafe y allí se tuvo que pelear por presencia con Álvaro Vázquez y Adrián Colunga. Aún así, el curso pasado en el club azulón, con Luis García Plaza en el banquillo, actuó en 24 partidos y rubricó 4 goles.
“Contento por el equipo y por el gol, cuando el míster me mete en el equipo intento aportar lo máximo posible, en cualquier minuto que me conceda daré el cien por cien”, declaró el jueves después del partido en Rusia. El Valencia lo blindó hasta 2016 para ahuyentar los cantos de sirena que siempre han rebotado desde Inglaterra. El Málaga ya pagó en su día la cláusula de Isco todavía a caballo con el Mestalla, pero Alcácer va más despacio, con paso firme, haciéndose un hueco en la élite. Juan Bernat, su compañero de Paterna y también internacional en las inferiores, es baja para esta tarde por una lumbalgia.
Descrito como un hombre muy completo, Alcácer atesora el don del gol, le pega con ambas piernas, domina tanto el juego de espalda, como el de abrirse a los espacios y penetrar en diagonal. Se especuló con otra cesión al Elche en agosto, pero este curso intentará convencer en su club. La competencia es feroz con un Jonás en racha, Piatti, Postiga y Pabón, pero el canterano confía en sus prestaciones y fiabilidad de cara a puerta, su mejor aval en estos tiempos de globalización.
