Viguera frena el exceso de donaciones del Athletic en Alcoi

Será que el CD Alcoyano quería forzar una buena recaudación en San Mamés para cobrar sus eurillos, pero desde luego se buscó con valentía su suerte ante un Athletic Club ramplón que sin duda habrá dejado frío a las 23 peñas existentes en Alicante. El (1-1), obra de Francis Ferrón y de Borja Viguera, deja la sentencia a San Mamés el día 18 para poder pasar a octavos tras una Ida en la que los locales han contado con otras tres ocasiones clarísimas de gol para dejar la ronda casi sentenciada. Ha sido una pésima actuación para la mayoría de los suplentes de Valverde terminada de torcer con la lesión de Gurpegui, que se retiraba tocado en el tobillo izquierdo.

Hasta nueve cambios metió el Txingurri en el debut en la Copa. Tan solo repetían Rico y Laporte del último once triunfante en el Coliseum de Getafe, mientras que Óscar Cano respetó a cuatro de sus pupilos alineados ante el Lleida. No anda uno desencaminado pensando en que han podido hacer una escabechina digna de 'Moros y cristianos' ante unos vizcaínos empeñados en donar de todo: dinero, ocasiones, sensaciones...
Por si los malpensados, que son muchos, decían algo, pese a la donación de los 15000 euros el equipo local salió sin concesiones y extramotivado, forzando un córner a los 20 segundos ante unos leones excesivamente contemplativos. Atrincherados con tres centrales los alicantinos cedían el balón pero no los espacios delicados a un Athletic obligado a lo que más le cuesta, abrir latas. Iba a estar romo y eso le iba a pasar factura. Erik Morán, que llevaba siglos sin ser titular, no estaba sobrado de confianza para dirigir las operaciones, y menos tras un inicio nervioso, pero es que además en su favor hay que decir que no se veían demasiados huecos para abrir el campo.
Susaeta, tras el chorreo público del mister, era uno de los mínimamente entonados en una mitad atona en general, el de Eibar fue el que creo más incertidumbre al 'frontón' de Alcoi aunque estuvo poco fino en la mejor ocasión del primer periodo. Estuvo lento. De hecho fueran Ibai, por el otro costado, y Gurpegui los primeros en decidirse a chutar aunque fuera de lejos y sin mucho tino. Más cerca de enchufarla estuvo Aketxe con una falta tremenda en el 23' que se fue cerca de la cruceta. El de Getxo dejó patente su poderío a balón parado, arma que nuevamente era el único gagdget que había en el arsenal de los bilbaínos, porque aunque se puso algún centro bueno, Viguera por ejemplo, no hubo nadie que los rematara.
Y claro, cuando tampoco posas el diploma de equipo de Primera con un puñetazo en la mesa el rival pequeño se crece, se va arriba y te pisa el callo. En el 31' Francis Ferrón adelantaba a los de Óscar Cano tras un boquete defensivo, ya que la pelota pasó entre demasiadas piernas pese a estar todo el mundo en su sitio... aunque tal vez no con la cabeza bien centrada. Hasta Laporte parecía andar buscando la expulsión, venga a darle vueltas a la jugada. Un palo inesperado que obligó a Valverde a poner a Aduriz y a Beñat a ponerse a calentar en la banda mucho antes del descanso. Justo lo que no quería hacer con su rotación de nueve hombres.
Lesión de Carlos Gurpegui
El inicio del segundo tiempo fue una suma de desgracias. La cara de Valverde era de esfinge cuando Susaeta remató de forma inverosimilmente errada una buena ocasión en el inicio de los segundos 45 minutos, y ya directamente como la de la momia de Lenin cuando un chut de Alfaro se fue por milímetros fuera del marco de Iago mientras Gurpegui quedaba lesionado en el césped. Le daba al mister ganas de pedir, como en Star Trek, teletransporte a Bilbao. Bustinza tuvo que salir por el navarro a la carrera.
Beñat y Aduriz saltaron al alimón para intentar cambiar una novela sosa, sosa, sosa en la que ya el tiempo se difuminaba. Unos porque estaban encantados con el 1-0, otros porque no podían. O al menos tenían menos ideas que el rival. Si es que incluso Ferrón pegó otro poste lo que hizo a más de uno acordarse del drama de Borisov mientras la grada gritaba aquello de "que bonito, que bonito...".
Viguera salva los muebles
Picados en su orgullo llegó una mínima reacción rojiblanca con un gran tiro de Ibai, siempre tan guadiana como titular, parado por el meta Nacho Zabal sobre la raya de gol. Le había costado casi 70 minutos pegar un tiro entre los tres palos a un equipo de Champions, algo que jamás pareció hoy. Pero lo cierto es que si no es por Herrerín el recién entrado Jorge Perona tuvo el segundo con su toque a metro y medio de la portería. El 1-0 llegó a parecer un buen marcador, pero cuando todos preparaban la cimitarra para cortar cabezas llegó el salvador gol de Viguera en el descuento, tras una gran jugada individual, del estilo de las que se curra Aduriz, para firmar el 1-1 final. Uff... Ni tan mal, porque el Alcoyano había sido mejor y estuvo en un tris de dejar la eliminatoria resuelta. Sí, sí, no es broma.
@asismartin