El Athletic se sobrepone a un mar de dificultades

No le había sentado bien el parón al Athletic Club, que había trasmutado sus cinco victorias por una dolorosa derrota en el Pizjuán. Pero este jueves se ha recuperado en San Mamés el impulso que se espera de este equipo, la casta que pese a las bajas, el demencial arbitraje y el poderio de un rival de élite, como el Valencia CF, ha dado, con una imagen muy mejorada a la de Sevilla, y ha logrado igualar por medio de Aduriz, en fuera de juego eso sí, el gol previo de De Paul (1-1).

Recorta un punto al Málaga a falta de 8 jornadas. La primera este domingo en Cornellá, donde Aritz será baja al igual que Muniain, que hoy siguió el partido en la grada con su cuñado Omar, e Iturraspe. Pero el empaque visto ha sido otra cosa, por lo que los de Ernesto Valverde siguen vivos en el ramal de la Liga en pos de Europa, y ofrecen una versión más sensata de lo que cabrá presentar en la final de Copa ante el Barça.
El duelo contaba con bajas importantísimas en ambos bandos, pero había tanto en juego, que hoy sólo cabía pensar en los que se iban a dejar la piel en el césped de La Catedral. Ahí saltaba de inicio Unai López, sustituto de Iker Muniain, que en su última comparecencia en casa se fue a la caseta sonrojado a los 34 minutos de juego. Hoy, sinceramente, no ha aprovechado su oportunidad cara a hacerse con la oposición por esa plaza en la final de Copa. Rico y Viguera pasaron por ahí luego. La incógnita sigue muy viva.
Hubo 'recuerdos silenciosos' para Muniain e Iñigo Cabacas
Nuno do Espirito Santo se jugaba esta noche muchas opciones de ser tercero, así que desde el inicio planteó un campo de obstáculos a los leones. Presión altísima, movilidad del balón y a la vez de su tropel de medias puntas, lo que obligaba a Unai a bajar mucho para desatascar la salida de juego. Unas dificultades esperadas, era día de batalla, faltaban hombres de peso y Mikel San José se tuvo que multiplicar para tapar todas las goteras del medio campo rojiblanco. El problema es que hacia arriba casi no existió presencia hasta el final del primer tiempo, pero al menos se defendía bien, el navarro estuvo excelso, y el conjunto visitante no creó peligro.
Incluso el silencio de 9 minutos por Iñigo Cabacas aumentaba la sensación de falta de empuje hacia la meta de Diego Alves, y eso que un centro-chut de Balenziaga fue la primera jugada significativa. Pero mandaba el Valencia. La mayor parte de tiempo se jugaba en terreno bilbaíno, teniendo Iraizoz que usar constantemente el recurso del boleón arriba o directamente a la grada. Así que durante un rato parecía como si se jugara fuera de Bilbao, era un trabajo de control defensivo a la espera de que a alguien se le encendiera una luz como para ponerle un buen pase a Aduriz.
Mucho sudor y poca claridad
No lo estaban logrando ni laterales ni interiores, ni nadie en realidad vestido de rojo y blanco, por lo que Aritz, que tampoco está para sprints trató de buscarse la vida por su cuenta. Pero no está fino, afortunadamente el bando rival, sin verse achuchado, tampoco es que hiciera nada. Paco Alcacer no tuvo protagonismo pese a bombardear una vez a un Gorka que vuelve a ser mirado de reojo por la grada. Era un partido atascado pese a que se forzaron varios córners, con lo que ante el pobre espectáculo el que se apuntó a dar el show fue Teixeira Vitienes, que logró ver reconocido su esfuerzo con un pañolada de la parroquia. ¡Hurra!
Los mejores momentos bilbaínos llegaron en la recta final de los primeros 45 minutos con varios balones colgados una vez que los levantinos estaban más cascados físicamente. Williams, de hecho, estuvo cerca de marcar en el 43' en una jugada de estrategia prolongada por Gurpegui, pero tampoco consiguió Iñaki alterar las merecidas y sosas tablas al descanso.
Williams coge la moto...
Salió con infinito más brío el Athletic en el segundo periodo, teniendo Alves que hacerle un paradón tremendo a Xabi Etxeita a la salida de un córner nada más empezar, a Aduriz le sacó Otamendi otro posible gol en la misma raya en el 55' o firmando Williams unas cabalgadas dignas de Usain Bolt. Se faja Iñaki como un jabato, arriba y abajo, y derrite al público. Eran ya otros síntomas. También lo entendió así el graderío y hasta el mister, que optó por activar a Beñat ahora que la ola era buena.
Tan buena era que estalló en plena cara cuando una buena combinación ché permitió a De Paul ajustar el tiro al palo y batir al protestado Iraizoz, que poco antes tuvo un resbalón de infarto, si bien acabó siendo de los mejores. Una faena, los mejores minutos y ocasiones vizcaínas no merecían ese castigo, pero el talento ofensivo de los de Nuno existe, para que negarlo. Tocaba intentar algo que no se ha visto este curso, remontar. Para hacerlo Valverde metía a Susaeta y Borja Viguera, mientras que el de Santo Tomé pretendía cazar la pieza con Negredo en el campo. Nada más salir el madrileño le puso a Rodrigo el segundo tanto que afortunadamente no entró. E Iraizoz, que como decíamos fue de menos a más, le sacó otra bien clara.
Aduriz empata en fuera de juego tras una expulsión
También lo intentaron los leones, volcados, pero ya con el reloj implacable en su contra. Peleados con el crono, el resultado y con Teixeira que andaba con la mano calentita. Tras echar a Otamendi sin ser capaz de frenar una tangana, llovieron las amarillas y el tiempo perdido. Menos mal que es el hermano 'bueno' decían del trencilla cantabro...
Contra 10 se intentó el último asalto y llegó el premio con el empate de Aduriz en el minuto 90 en claro fuera de juego tras un remate al poste de Viguera, era justo el resultado que no ese gol, sí por fútbol y ocasiones, si bien al final un punto no es lo que necesitaban ni uno ni otro.
La semana de Pascua aún ofrece otro plato de vigilía en el menú, como es la visita de este domingo a Cornellá el Prat para medirse al RCD Espanyol de Sergio González. Tras apearles en las semifinales de Copa no es que se pueda esperar ningún regalo, eso está claro. Tampoco se piden, Europa hay que ganársela por uno mismo.

@asismartin