Raimundo Pérez Lezama recibe su merecido reconocimiento

Desde este viernes 8 de mayo, Raimundo Pérez Lezama, ex guardameta del Athletic Club en las décadas de los años 40 y 50, que militó también en el Southampton FC inglés, cuenta con un paseo en su memoria junto al estadio San Mamés. Un merecido reconocimiento a una de las figuras emblemáticas del club rojiblanco, por el que su hijo, Manu Pérez Lezama ha luchado con denuedo.

 A las nueve y cuarto de la mañana, los operarios del Ayuntamiento de Bilbao ya había colocado la placa en el nuevo Paseo peatonal Raimundo Pérez Lezama, que discurre paralelo a Camino de la Ventosa y da acceso a la Tribuna Norte de San Mamés. Así que no hubo inauguración como tal. El acto ha sido íntimo pero sentido por quienes han querido acompañar a Manu Pérez Lezama en este reconocimiento que el Ayuntamiento de Bilbao ha realizado a la figura de a su padre, asegurando sentirse “muy orgulloso”.
“Agradezco la presencia de quienes habéis venido porque sois los que querías a mi padre”, ha dicho el hijo del emblemático portero rojiblanco, en presencia de José Ángel Iribar, Koldo Agirre y Jose Mari Argoitia, que han acudido en representación del Athletic Club.  
No ha habido presencia de autoridades del Consistorio bilbaíno, debido a que durante el periodo electoral, que ha arrancado esta pasada noche, queda prohibido que realicen cualquier acto de inauguración de obras o servicios públicos. Aunque Manu Pérez Lezama no ha querido olvidar el interés y esfuerzo que tanto Ibon Areso como el fallecido Iñaki Azkuna pusieron para que este reconocimiento fuese una realidad. Tampoco ha querido perderse este acto de homenaje dos athleticzales de pro como son César García e Iñaki Irulegi, más conocido como Potxolo.
Raimundo Pérez Lezama marcó un época en el Athletic, con el que ganó dos ligas y seis Copas, una palmarés sólo superado por Piru Gainza. El fútbol aún le debe el trofeo Zamora que ganaba en 1947 al encajar 29 goles en 23 encuentros, pero la Villa de Bilbao, de la que fue Ilustre, ha reconocido sus logros conectando su memoria con San Mamés y compatiendo su entorno con otros dos míticos, Pichichi y Zarra.