El síndrome del viajero con jet lag

Si el partido se había vendido como un 'choque de estilos' el de los leones fue el del hombre invisible. Hasta la recta final no se le vio el pelo con cresta a un Athletic Club al que le tocaba visitar este lunes otra de sus tumbas ligueras, el nuevo estadio de Gran Canaria, donde ha perdido frente la UD Las Palmas, rival invicto en casa y que encima ha contado con diez días para preparar el partido. Un duelo que se ha llevado por (3-1) anotando por medio de Boateng, Momo y Viera frente al penalti de Raúl García, resultado agravado con la expulsión de Aduriz, lo que supone que el ariete no estará el domingo ante el Eibar, al igual que Rulo, que vio la quinta amarilla.

Aunque por medio hay Copa, menudo panorama ante los de JL Mendilibar. Se acaba aquí la racha de Kepa, se escapa la opción de acercarse a la cuarta plaza, y se acrecienta la sensación de que el equipo lejos de la Catedral se desdibuja. Lleva cinco salidas consecutivas sin ganar: Málaga, Genk, Bernabéu, Cornellá y Canarias; en las dos últimas casi ni se ha chutado a puerta. Un debe que se acrecienta al verse acompañado por los sempiternos errores defensivos. Muchos individuales. De esta el Txingurri me cruje. Pero como un viajero con jetlag el Athletic salió bien, se durmió a los 15 minutos, y despertó justo al final.
Cansancio hay, cuatro bajas de calado en Bilbao también, Ernesto Valverde volvía a proponer el volante zurdo para Iñigo Lekue, que marcaba el jueves ante el Sassuolo en San Mamés, manteniendo en la banqueta a Muniain y al hoy día ignoto Susaeta, pasaportando a Vesga a la grada al viajar 19. Alguno ni se había sentado en su sitio cuando a los tres minutos Aduriz 'volaba' en el área local tras un sandwich considerado carga legal por Álvarez Izquierdo, en un espejismo de buen arranque rojiblanco, desde luego mejor que el del trencilla catalán, ¡que tarjeta le sacó a Beñat!, pero que sólo duraba un cuarto de hora. 
Aunando presión y despliegue se presentaron los leones, oh sorpresa, robando arriba, con Yeray y Laporte cruzando la divisoria como los antiguos líberos, lo que tuvo desubicado al equipo de Setién un buen rato, pese a lo que, fútbol es fútbol que dijo Boskov, la primera ocasión franca fue una falta directa de Viera. La reacción bilbaína fueron un par de balones colgados que no se pudieron conectar, y es que todo lo que se robaba se perdía apenas segundos después. De ahí a la sensación indolente hubo un paso.
Según bajó el gas inicial rojiblanco Roque Mesa cobró presencia, dato delatado por los guarismos de posesión, cada vez más inclinados a los piopios (68-32%), mientras el Athletic reculaba peligrosamente hacia atrás. El castigo fue el 1-0 de KP Boateng, ganando la acción a Bóveda, tras enchufar a placer una gran jugada del enmascarado Michel Macedo. El único tiro entre los tres palos de todo el primer tiempo acabó en la red vasca. Ya es mala suerte. 100% de efectividad y sensación de que San Kepa pudo hacer algo más.
Aduriz y Lekue quisieron cambiar las tornas en la reanudación, pero hubo tal subidón de ganas que fue el recién entrado Momo quien les hacía un traje de madera con una contra mortífera que cruzaba ante la salida del meta de Ondarroa. Dos tiros, dos goles, y Muniain y Susaeta al césped poco antes de que Tana diera un poste de espuela tras error de San José que hubiera supesto que el martes hubiera absentismo laboral masivo en Bizkaia por corte de digestión.
Para acabar de jorobar la noche Aduriz fue expulsado en el 74' por doble amarilla, la primera por codazo y la segunda por piar, con lo que ya tuvo que salir Elustondo para dar descanso a Beñat dándose el partido por perdido, o por tirado al mar, que estamos en una isla. Menos mal que en plena depresión el árbitro estaba cachondo y por compensar pitaba un penalti de chiste (¿el hombro?) a favor del Athletic que Raúl García transformaba acortando distancias.
Un minuto después Elustondo casi empata, ya que Javi Varas hizo un paradón tremendo a bocajarro. Hubiera sido la repanocha, pero no, lo que entró fue el golazo de vaselina de Jonathan Viera que sepultaba las esperanzas con el tercer sopapo de la noche. Los cinco minutos de descuento que daba Álvarez Izquierdo ya parecieron tan necesarios como una patada en los pendientes reales, que decía Bart Simpson, y no me refiero al de la Txantrea.
Una semana infernal 
A las huestes del Txingurri, tras debutar en jornada de lunes, les quedan dos paradas en esta semana. El jueves arranca la Copa con la cercana visita al Racing de Santander en El sardinero, el 'derbito', que empezará a las 22:00 horas, lo que siempre es un incordio para viajar fuera de casa, y ya el domingo hay que recibir, en un derbi de verdad, al Eibar de JL Mendilibar en San Mamés, choque que dará comienzo a las 16:15 horas con muy poquito margen de descanso y bajas en todas las líneas.

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@asismartin