Marcelo Bielsa: El Loco 'Elegido'

A las puertas de su enésimo proyecto deportivo -esta vez la lotería del loco le ha tocado al Lille Olympique francés-, ha estallado en mi, por fin, ya era hora, esa ternura que, en mi interior, hacia él dormía en la esperanza de que despertara antes del fin de los tiempos. Ya tiene 61 el maestro de Rosario, que desnudó sus virtudes al mundo dirigiendo al Newell's Old Boys, el equipo de sus amores, quizás el único al que haya amado y siga amando de verdad.

Leyendo las peticiones de Marcelo Bielsa a la entidad francesa que ha requerido sus servicios, siento que estoy ante la carta que un niño inocente y tierno ha dirigido a los reyes magos. Tan solo me queda saber cuál de los tres regios personajes es por él el más amado. Melchor por el oro tan propicio. Gaspar por el incienso atractivo y fidedigno. Baltasar y su mirra gomosa. Les pide una casita de chocolate. Les pide un palacio con habitaciones de cuento, piscinas, saunas, comedores a la carta. "Y lo que vosotros creáis oportuno", como cerraban las cartas los niños que enviaban sus misivas a Radio Juventud de Bilbao como si a un palacio oriental las hubieran remitido.  Marcelo, el mejor. Bielsa, ese maestro que entrenadores de la talla de Guardiola idolatran hasta el punto de considerarlo la personificación del Elegido que Silvio Rodríguez cantaba en lo que era un regalo poético y musical al Che Guevara ya extinto luego de haber sido asesinado por el "soldadito de Bolivia, soldadito boliviano, armado vas con tu rifle que es un rifle americano".
Cuba. Sierra Maestra. Fue profeta en su tierra rosarina. A partir de ahí, renunció al sillón en el que se sientan los que quieren pasar de vencedores de algo a revolucionarios que, queriendo abarcar tanto y tanto, terminan por apretar pequeñas parcelas de tiempo a cambio de dejar en los equipos que apadrina esa promesa de un fútbol tan hermoso que, luego de asomar sus preciosas virtudes, termina desvaneciéndose ante los ojos de unas aficiones ya enganchadas a su manera fantástica de entender este juego que es el fútbol.  De el, del fútbol, se dice que es el juego más sencillo. Mentira como una casa. Fue tenerlo en Lezama, y hasta quedarse extasiadas las vacas aquellas que Javier Clemente no dejo en buen lugar. Fue Markel Susaeta el portador de las proclamas escritas en su estandarte: "Bielsa es el entrenador más capacitado para sacar lo mejor que un futbolista atesora sin ni siquiera saberlo. He aprendido mucho con él y me gustaría que siguiera".  Markel Susaeta, gracias a las enseñanzas del loco, se convirtió en ese 'Estilete' que José Iragorri bautizara, ese mismo que percutía por la banda derecha que tan cerca yo veía desde mi localidad de la vieja Catedral de San Mames. Dijo Saramago que " si hay que buscar el sentido de la música, de la filosofía, de una rosa, es que no estamos entendiendo nada".  O sea, que intentar desgranar con tiza y pizarra en que principios físico-geométrico-aritmético-matemáticos esta basado el fútbol de Marcelo Bielsa es un ejercicio tan obsceno como vano...  La música de siente. La filosofía deslumbra. El olor de la flor se asimila cerrando los ojos y pensando en lo supremo. El fútbol que proponen y, en secuencias,  exhiben los equipos dirigidos por Marcelo Bielsa es, por fugaz, por breve, por  efímero, un chute de la droga más dura que con los cinco sentidos la afición de los equipos afortunados debe disfrutar. No se demoren. No cronifiquen los periodistas los partidos que el loco Bielsa venda al mejor postor. De negro sobre blanco, nada. De tertulias pre y pos-partido, ni hablar. Marcelo Bielsa ya ha escrito su carta a los Reyes Magos.
A partir del próximo ejercicio liguero, estaré atento a los partidos de la liga francesa. Mi equipo será el Lille Olimpique Sporting Club. No sé si el primero, el segundo o el tercero. El loco y el León. El loco de Rosario y el León de Belfast. El entrenador ya es miembro del Club de los sesenta. El músico irlandés es del 45. Su edad, como la de las damas: se sabe pero no se dice. En Lille están en obras. En La Ola de Sondika ya hay un sitio para mí. El 2 de junio será la quedada para alucinar con el ogro artífice de llevarte en cancion hasta el séptimo cielo. Me juego unas almendras garrapiñadas a que a Bielsa le gusta la música y la voz de Van Morrison. Y unas fresas con nata a que Gerorge Best, antes de ahogarse en whiski, le chivo al León de Belfast que a lo loco, a lo loco, a lo loco...se canta, se juega, se vive mejor.
Gracias, Marcelo, por aquellas eliminatorias de la UEFA que en la primavera de 2012 consiguieron hacerme enloquecer.
Samuel Aguirre, mendizale.