Valverde hereda la falta de pericia que Marcelino heredó de sus predecesores en el Athletic
Luego de la reunión mantenida por Jon Uriarte, Ernesto Valverde e Iker Muniain para 'acordar' los 'objetivos' del equipo de cara a la temporada [2022-2023], el presidente, 'aturdido' por la desesperante 'tendencia' del partido de su estreno en LaLiga Santander, estuvo a punto de decir lo que pensaba: "Lo más terrible se aprende enseguida". Viendo cómo el Athletic Club, una máquina de llegar al área, centrar y rematar, era incapaz de marcarle al RCD Mallorca del 'Vasco' Aguirre, su memoria retrocedió violenta a aquella sala de prensa en la que Marcelo Bielsa acuñó de palabra aquello de la "falta de pericia de los jugadores".
Visualizo a Marcelino García Toral al otro lado de la pantalla viviendo con su 'trozo de pasión' por el Athletic el 'lunático' partido de San Mamés. Sucede que Marcelino, doliéndole aún 'su Athletic', se veía reflejado en la figura de Ernesto Valverde llevándose las manos a la cabeza como el que no encuentra explicación para entender los pasajes anti natura de lo que tan solo era un partido de fútbol. "Esto ya lo viví yo".
Acabado el partido, 'vivo', aunque cueste creerlo, el cuadro bermellón, Marcelino le escuchó a Ernesto decir en la 'Sala de Prensa Jose Iragorri': "Nos cuesta materializar goles y hay que generar más ocasiones y más claras, es algo que hay que mejorar". Era como si Marcelino se estuviera escuchando a sí mismo: "Pero hay que insistir e insistir, no hay otra receta".
Sucedió entonces que el técnico de Careñes rememoró aquella conclusión a la que había llegado tras tantos partidos en los que "30 llegadas al área, veinte centros con malicia y nueve ocasiones de libro" no bastaban para doblegar a un rival al que habían sometido hasta el abuso.
Como si creyera en lo paranormal e Iker Jiménez lo hubiera citado para la 'Nave del Misterio, dejó en el aire, flotando, como a la espera, una reflexión o teoría inquietante: "Creo que este no marcar en un partido de quince opciones claras de gol no guarda relación con la 'falta de pericia', ni con la "mala suerte", ni siquiera con los 'caprichos del azar': ¡hay algo más, un 'no sé qué' que se me escapa!".
Pasaron y pasaron los partidos y ese "no sé que" que tanto le obsesionaba fue decisivo para que el Athletic no pudiera meterse en los puestos nobles que otorgan billete para Europa.
Tras un partido modelo 'déjá vu', manejé la posibilidad de la renuncia, argumentando pereza, desidia, una falta de deseo preocupante. Ya escribirán otros. Lo harán. Aquellos que, por fuerza mayor, por 'objetivo escrito en su contrato', están obligados a 'comulgar con ruedas de molino'. A hacer malabares con las palabras a fin de que la crónica de hoy no sea el calco de la de ayer ni el modelo para la fotocopia del partido de mañana.
José Saramago confesó que escribía "para desasosegar". Bernardo Soares le dedicó un 'libro' al 'Desasosiego'. Ese "no sé que" al que le sigue dando vueltas Marcelino en la cabeza de Ernesto Valverde se ha manifestado de primeras generando en mí una preocupante inquietud que amenaza por llevarse por delante las ilusiones que el Athletic genera de por sí al principio de cada curso.
El maestro de Otxandio Carmelo Bernaola, coautor del moderno Himno del Athletic, dejó escrito que "Ya no sé si mi pasión es por el fútbol o sólo por el Athletic". En su día, luego de leer su duda existencial, medité de seguido y concluí que es "solo por el Athletic mi pasión". Ocurre que es Club de fútbol, y como tal debe ser amado. Aunque en la previa de cada partido nos convoque al diabólico juego de la 'Ruleta Rusa'.
"Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe". Esto fue lo primero que me vino a la cabeza tras tanta llegada peligrosa a la portería del RCD Mallorca. El poder de la palabra. Ya refrán, dicho o eslogan publicitario. Le eché una ojeada a aquel libro de la 'Uni' que conservo.
"Tanto llega el Athletic con peligro a la portería rival que...". Será que el 'no sé que' que a Marcelino le obsesionaba guardaba relación con una metáfora en la que no había reparado.
Quizás llegando menos la cosa cambie. Cuestión de calidad. Conocí a un hombre al que, en su primera llegada a la fuente, el cántaro se le escurrió entre sus manos, cayó al suelo y se hizo añicos. ¡Sus manos grasientas!, metáfora del instinto asesino de un Aduriz para el que Lezama no encuentra sucesor. Y con respecto al diseño de Valverde, apuntar que Muniain era el obstáculo que a Sancet le frenaba en sus acometidas.
Que Iker estaba emparedado entre Oihan y Villalibre. Tengo para mí que Valverde erró al no sacar a Zarraga. A partir de su ausencia de audacia, ubicó a Sancet fuera de sitio, al igual que a Muniain. El capitán, que cumplía 500, es 'jugador' partiendo desde el costado izquierdo. Siempre lo ha sido. De llegar Ander Herrera, espero que 'Txingurri' no repita aquella barbaridad de colocar a un creador por detrás del 'nueve', viendo el fútbol de espaldas. Nos vemos contra el Valencia, ¿sí?
· Por Kuitxi Pérez, periodista y exfutbolista del Club Portugalete
Telmo, lo dice todo: ha mucha falta de calidad en nuestra plantilla. Los entrenadores no pueden hacer lo milagro. Piden a los jugadores lo que algunos de ellos no van a hacer. Así sendo, lo trabajo de la formación es muchísimo importante.
El problema del Athletic es la falta de calidad de muchos jugadores. Defensa, para jugar en Europa. Media, de las peores de 1ª. Delantera, para no bajar como mucho. Resultado, mitad de tabla. Lo de estos años. y no hay más. El fútbol es, basicamente, el talento de los jugadores. El entrenador te puede dar un 20%, pero el otro 80% de los jugadores, en el Athletic no llegan ni al 60. Es así de simple.
No es un poco pronto para hacer juicios de valor?
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