¿Debería el Athletic renovar cuanto antes a Nico Williams?

Nico Williams (12 de julio de 2002) tiene contrato con el Athletic Club hasta el 30 de junio del año 2024 y una cláusula de rescisión de 50 millones de euros. Eso es así. Pero, sus dos últimos grandes partidos en LaLiga Santander y en la UEFA Nations League, especialmente en Portugal, han agigantado el habitual souflé de las jóvenes promesas. ¿Lo que ha hecho hasta la fecha es mucho? Depende. ¿Es poco? Sí, numéricamente muy poco, pero normalmente los principios reguladores de la vida chocan bastante con el Hype (traduzcan como 'bombo publicitario') de la locura futbolística.

Ahora todo el mundo quiere conocer anécdotas, historias y hacer proyecciones con el menor de los hermanos Williams Arthuer. Y por supuesto todo tiene aristas positivas y negativas.

Para el Athletic está genial tener un atisbo de gran futbolista, diferente a todos, desequilibrante en los costados, muy buscado en cualquier mercado, joven (20 años) y con su hermano y su familia encima para ponerle los pies en el suelo y asesorarle.

El 'Yang' es que la selección le pone en la pantalla y eso abre el apetito de los habituales tiburones futbolísticos. Pero no nos desviemos del tema, la patata caliente está ahora en Ibaigane, sede del club que tiene actualmente como inquilino a Jon Uriarte Uranga. Un emprendedor que tiene fama de ser un duro negociante. En la célebre operación de venta con Ebay lo pueden corroborar.

¿Hay que renovar pronto a Nico Williams?

La prudencia suele ser una buena medida. Pero hay que saber administrarla. Ni soltar de repente un fajo de dinero para que luego cada vez que tenga un mal partido o falle una oportunidad de gol le crucifiquen usando los euros como clavos, como le pasa a Iñaki Williams. Ni tampoco dejar pasar el tiempo alegremente no vaya ser que te lleves un disgusto.

Lo ideal sería extender su contrato por varios años antes del final de la campaña con un fuerte aumento de su cláusula de rescisión.

Y a partir de ahí dios dirá. Si quiere y se le puede retener económicamente puede dar tardes de gloria a San Mamés. Y si opta por irse, al menos que Nico se haga un Aymeric Laporte, subiendo la cifra de cara al clausulazo por amor al Club y que limpie el roto de la pandemia (49 millones) y de paso pegue un subidón a la ya famosa (y cada vez más menguada) hucha del Athletic.