Iker Muniain y Ander Herrera: reminiscencias de Old Trafford en San Mamés
-
El Athletic de Valverde se va ya a los 45 puntos
-
Iker Muniain acaba contrato y no hay pistas
-
Los leones encaran ya la semifinal de Copa
Yuri, Yuri... Dos veces su nombre como dos fueron sus goles. Los prematuros tantos que desmontaron la defensa 'de cinco' con la que el 'Vasco' Aguirre pretendía taponar el despliegue ofensivo del Athletic Club. A partir del segundo, en el 16', los de Ernesto Valverde se dedicaron a nadar y guardar la ropa. Futbol control. Buen manejo del balón a fin de evitar pérdidas en zonas en las que el peligro pudiera llamar a la puerta de Unai Simón. Y todo provocado por ese 'santo de cara' que se había aliado con el 'zurdo de moda' en ElDesmarque Bizkaia.
De dos traspiés venía Berchiche. Cuando el futbol es justo. Deuda saldada. Y hasta una propina le tenía reservada este Athletic vs Real Mallorca que le permitió al Athletic de Valverde alzarse hasta los 45 puntos. Quinto puesto. El 'Rapto de Europa' va por buen camino. Esperemos que la justicia no se inmiscuya buscando delito en la mitología. Del mismo modo que Ernesto Valverde no se pierda en este viaje al pasado para recuperar lo que hace unos años fuera suyo.
No hay dos sin tres. Del mismo modo que 'a la tercera', dicen, se consolida 'la vencida'. Fue Guruzeta el que, luego de una llegada frenética por la banda derecha, machacó con la zurda libre de marca, descolgado, como se hallaba, en el palo largo que dictaba la jugada. A medio camino entre el sosiego y la goleada, Valverde atrajo a Nico Williams y Ruiz de Galarreta para 'desprenderse' de Iker Muniain y Ander Herrera. Una 'ventana' de dos; una puerta abierta por la que el tiempo se coló para viajar al pasado.
Con doce años de menos ambos. En Old Trafford. Teatro en el que el Athletic de Bielsa nos hizo soñar luego de haber anestesiado al Manchester United de Ferguson. Viaje astral. Como si desde lo alto de San Mamés Muniain, Herrera y De Marcos fueran capaces de verse a sí mismos. Los tres formaron de salida en aquel 'once' que maravilló a Europa con su futbol de fantasía. Doce años después, quién lo diría. No sé si ellos eran conscientes de sus vidas y el regalo. Media hora por delante.
"Aprovéchenla". Era el 'Loco', que los arengaba. Nadie juega dos veces el mismo partido. Aunque viendo el brillo en sus ojos, parecía que Muniain y Herrera eran conscientes de que la vida no les daría una tercera oportunidad.
Prados y Ruiz de Galarreta. Sí. Ya pueden cubrir de oro sus cuerpos de obrero que yo no daré mi brazo a torcer. Porque ahora que las lesiones dejaron de cebarse con él, un poco de Herrera es mucho. Y si a Ander lo consideramos por entero, su presencia en el campo vale por dos. Porque el 'hijo de Herrerita' no necesita correr para que la pelota vuele; porque en su juego no cabe la fatiga, y sí el futbol de verdad.
Y con respecto a Iker Muniain, qué decir. Regresó a su mundo luego de un largo ostracismo. Tenía ganas de él.
Cuando el tiempo se para para todos menos para él. Cuando los cuerpos se congelan, menos el suyo, y el de Ander Herrera, y el de Yuri, futbolistas con los que mejor se relaciona porque, como él, consideran que el balón es un tesoro. Mis ojos, en su pequeña figura clavados. Bajo se halla el centro de gravedad de su cuerpo. Cuando en sus pies tiene la pelota parece como si con las manos la manejara.
Sólo los que tratan bien el esférico son merecedores de mi admiración. Esperando los envíos de Herrera, y buscando la compañía de Yuri como si para los tres en compañía no hubiera un mañana. Iker Muniain. La pelota atada a su bota. Hasta que le dio libertad. Un reposo. Para ambos. Sucedió, casi al límite, que Muniain se dirigió al llamado 'punto fatídico' sin haber señalado Figueroa Vázquez penalti alguno. Estaba citado con el gol y él solo lo sabía. Armó su pierna derecha antes de que el balón le llegara de lujo desde la banda derecha.
Estampa de cuadro la suya. O de escultura, como la de Iribar. Raso le llegó el esférico. Raso viajó hasta la base del palo izquierdo de Rajkovic luego de que, con sutileza, empeine derecho de su pie diestro, la hubiera golpeado con la irrenunciable promesa del gol. De Marcos, Herrera, Iker Muniain. Como si con doce años de menos en Old Trafford. En 'Teatro de los Sueños' convertido San Mamés.
• Por Kuitxi Pérez, periodista y exfutbolista