Por sus hechos nos ha tapado la boca el Athletic de Valverde

Por sus 'obras', que son sus hechos, también. Por sus 'hechos' los conoceréis. Por los 'Hechos de los Apóstoles' de Ernesto Valverde Tejedor. El 'Elegido'. El 'Enviado' al Athletic Club. El que, durante el curso 2023-2024, ha predicado con el ejemplo. Parco en razones a la hora de expresarse con su verbo, se ha decantado por los 'amores' que, a través de su gente, ha ido repartiendo de planeta en planeta, de sol en sol, hasta saciar las ganas de tanto que tenía y tiene este caso único en el mundo capaz de retar al mismísimo Universo.

Por sus 'hechos' nos ha tapado la boca el Athletic de Valverde. Por los 'amores' que supone ver la tabla y enmudecer. Sesenta y ocho puntos. Ese quinto puesto que conduce a una Europa League previamente  asegurada por la conquista de la Copa cuarenta años después. Cuánta gente en el camino se ha quedado creyendo que la Gabarra era un cuento para dormir a l@s niñ@s.

Gabarra. Epifanía. Deslumbramiento. Vivir para contarlo. Morir para que otros pudieran. Festejo de triunfos y de una manera de entender el fútbol tan distinta que es la grada la que juega, y los que en el verde están son esos jugadores que nos aplauden, agradecidos, por haberles prestado nuestras camisetas.

😍 ¿Alguien se acuerda de este momentazo en La Cartuja?

Valverde deja el trofeo en el punto de penalti donde se decidió la Copa, frente a la grada del Athletic, y a continuación...

☀️ ¡Feliz miércoles, athleticzales! #UniqueInTheWorld 🏆 #AthleticClub 🦁 pic.twitter.com/nK8IpT2cdR

— Athletic Club (@AthleticClub) May 29, 2024

Piru Gainza, a escena cada vez que finaliza el curso. "Brindo, un año más, por la permanencia; y a vosotr@s os digo lo que hace 40 años les dije a vuestros predecesores, No sabéis lo que habéis hecho, leones! 68 puntos, quintos, Copa en la Cartuja y 'el Zamora' para Unai Simón Mendibil a pesar de la 'broma de mal gusto' que nos gastaron al otro lado de la 'Calle del Payaso Fofó''...

Rondando los puestos de Champions League hasta que el Atlético de Madrid mandó a parar. Regalo que no echo en falta porque aprecio más un largo viaje por Europa que una eliminación por KO a las primeras de cambio. Juve, en San Mamés, Atlético, en Bucarest. En San Mamés, a la tercera debería ser la vencida si nos aplicamos a través del 'juego curativo de la espera'. Athletic, otra vez portada en el diario L' Equipe.

Y si deseamos que lo siga siendo, no nos centremos en esa manera brillante de jugar tan elogiada por los rivales. Nuestra gran virtud, pero, al mismo tiempo, nido donde dormitan los defectos y carencias que no se dejan ver. Porque, en nuestro caso, es más importante lo que se deja en herencia que lo que acabamos de tener.

Con la portería bien guardada, la cámara avanza y repara en las carencias de un centro de la defensa a reforzar. Laterales o, lo que es lo mismo, la madre de dos corderos que si evitan de momento su sacrificio es, no más, porque De Marcos le debe otro año de servicio a la causa porque Valverde no ve un jugador que iguale las prestaciones del 'Gudari' de La Guardia. Lezama, visto lo visto, no está pariendo el corazón de un león capacitado para forzar la retirada del que, con la fuga a destiempo de Muniain, es Capitán a primera 'lista'.

Al otro lado, donde un día Aranguren, Eskalza y Del Horno, Yuri Berchiche, obligado a seguir soportando patadas bestiales como la de Carvajal y lesiones crueles que lo dejan vencido, sin conocer eso que llaman salud para vivir. Yuri, Job: el que en las alturas hilvana se cebó con uno, y se está cebando con el otro como si quisiera medir cuánta fe le profesa Berchiche al Athletic. Peroné, Clavícula. "No le romperán ni uno solo de sus huesos", o aquí se miente o Yuri no es el 'Enviado', donde manda Valverde no lo hace Yuri, ni tampoco García de Albéniz, al que su maestro no lo ve con buenos ojos.

En un sistema dual en el eje de la medular, las edades del tiempo cumplido y ese otro que aún no ha madurado, quebraderos de cabeza para Txingurri, los que le provocan los excesos de Ander Herrera y la insultante juventud de Jauregizar. Galaxy, en su intento de retar a la luz, viaja más allá de sus posibilidades. 'Orsai' ha perdido a su batería, Dani García.

Ya no habrá 'ataques terroristas'. Mikel Vesga haciendo 'solos' con el alto de su guitarra.

Un doble medio centro que, si quiere organizar como es debido, deberá contar con el trabajo solidario de dos flechas que, tras salir lanzadas desde el arco, olvidan que la mitad de su trabajo consiste en ser 'aliviadores', como para Marcelino lo eran Dani García y Mikel Vesga.

Dicen que llegan refuerzos de envergadura. A su espera, con Berenguer haciendo cuentas, y Villalibre en busca de su destino, Guruzeta y la competencia que le permita seguir creciendo.

'Apócrifos' evangelios estos de los Apóstoles'. Coinciden con la resurrección de un Athletic adormilado.

La vida sigue. La historia se escribe a cada instante. No conviene dormirse con la corona puesta. Iker Muniain lo hizo con la Copa más amada. Ni laureles que crean olvido. Ni hojas de olivo en un huerto que, mientras el Enviado suda grumos de sangre, los apóstoles sueñan con la gloria del pasado, olvidando que hay que estar alerta para hacerle frente a tanto enemigo como nos espera por todas las tierras de la 'vieja Europa'.

Se trata del 'rapto'. Traer a Europa a San Mamés para someterla y hacernos, así, con el primer entorchado de la historia de un Athletic que ha recuperado la autoestima. Y si fue a penaltis, imposible no acordarse de ese lanzamiento de Berenguer que nos sostuvo en el aire a punto de estrellarnos con el cemento impenetrable. Dicen de esa mano salvadora. De ella dicen que es el amor que viene al rescate cuando más lo necesitamos.

• Por Kuitxi Pérez García, periodista y exfutbolista