San Mamés, clave de un gran Athletic con futuros retos mayúsculos

Comenzó la pretemporada 2023-24 el Athletic Club con el firme objetivo de conseguir de una vez por todas la clasificación europea. Trataría de hacerlo con un equipo a priori mejorado con respecto al ejercicio anterior 2022-23, que tuvo un fuerte hundimiento final. No obstante la pretemporada veraniega no fue buena, con un comienzo desigual en cuanto a resultados, con solo una victoria (Necaxa) dos derrotas (Celtic y Chivas), y tres empates ante Racing de Santander, SD Eibar y Sestao River.

Una plantilla que posteriormente tampoco tuvo un buen comienzo liguero, a sabiendas de que el equipo rival era un reto mayúsculo, un Real Madrid que se proclamaría al final holgadamente campeón. No obstante, aquel único partido perdido en casa ofreció muchas dudas, posteriormente corregidas a través de hacer de San Mamés un fortín que a la postre fue definitorio para el logro final del curso.

La evolución de la plantilla del Athletic

El equipo con respecto al ejercicio anterior incorporó a los jugadores cedidos, a saber Imanol del Eibar, Villalibre del Alavés, y también jugadores que quedaban libres, como Ander Herrera (PSG) y Ruiz de Galarreta (Mallorca). Jugadores que terminarían aportando más calidad a la sala de máquinas del equipo sin obviar la importante aportación de los jóvenes Beñat Prados y Unai Gómez.

Con estos jugadores y el mayor rendimiento de jugadores asentados ya en el primer equipo, como Vivían, Aitor Paredes, los hermanos Iñaki y Nico Williams, Guruzeta y Alex Berenguer, se consiguió el objetivo de alcanzar Europa tras una campaña espectacular.

No me olvidaré tampoco de Oihan Sancet, además de un Unai Simón vital en la temporada o del renovado hasta 2027 Julen Agirrezabala en la Copa; también un recuerdo especial para el capitán Iker Muniain y para 'Rulo', que han sido importantes en el equipo que, además de obtener el quinto puesto liguero, conquistaba también la ansiada Copa del Rey tras cuatro décadas vacías de los títulos más valiosos.

El sábado en Vallecas se disputó la última batalla en la que sólo quedaba un incentivo por lograr, ese no era otro que amarrar el trofeo Zamora para Unai Simón y relevar con ello al mítico 'Txopo' Iribar tras 54 años (1970). Un galardón finalmente conseguido poniendo la guinda al pastel de su reciente renovación hasta 2029.

¿Por poner alguna pega? Con el final de esta liga a la que sólo le faltó al equipo creerse más su posible clasificación a la Champions... Si esta se hubiera producido habría sido de matrícula de honor, pero aún así al final ha dejado un buen poso para la temporada venidera.

Ahora toca vacacionar y llegar con más ganas si cabe a la siguiente campaña, en la que será condición indispensable reforzar la plantilla con fichajes de peso, para suplir las bajas de jugadores que fueron importantes que no seguirán, además de otros que por poca participación seguramente irán cedidos fuera de Lezama, como pueden ser los casos de Imanol García de Albéniz, Asier Villalibre y Malcom Adu Ares.

Un relevo deseable ante tantas ausencias podrían ser Aymeric Laporte, Iván Martín (Girona), Hugo Guillamón (Valencia), y por supuesto la renovación deseada de Alex Berenguer, que con las incorporaciones de Gorosabel a falta de confirmar y la de Álvaro Djaló ya hecha desde el Braga, potenciarán el equipo para dar la talla en las cuatro competiciones venideras. Entre las que destaca por encima de todas la UEFA Europa League próxima cuya final se disputará en casa, en San Mamés.

· Por Josu Sánchez Iturriaga, entrenador de fútbol