Mikel Jauregizar crece a ojos vista con el Athletic y flirtea con un hat-trick en San Mamés

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Mikel Jauregizar es el jugador más permeable en el Athletic Club...
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Tan solo tuvo el borrón en el gol del Real Valladolid
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Athletic 7 - 1 Valladolid: Nico Williams resurge y maltrata al colista en San Mamés - ElDesmarque
El poeta mexicano Octavio Paz dice, lo sigue diciendo, escrito está, que "el poeta no tiene biografía: su obra es su biografía". Tras la gratificante goleada conseguida por el Athletic Club a costa del Real Valladolid, un equipo que se nos mostró en San Mamés a un nivel más bajo que las aguas del Mar Muerto, predicar más allá de los siete goles del Athletic y el borrón pucelano sería cosa vana. Treinta y un años después, la Catedral asistía a una de esos partidos que al athleticzale le reconcilia con el yo más profundo de este juego maravilloso que es el fútbol.
A pesar de los números rojos con los que llegaba el visitante, quince puntos, colista, huérfano de su afición, dejado en las lejanas manos de Ronaldo Nazario, ganar no era empresa fácil. Nunca lo es. Recordemos Las Gaunas y ese latido final desde el punto de penalti. Retrocedamos a los días previos al partido. Un [2-0], un [3-1]. Podría ser que a alguien se le escapara su deseo [7-0] de hacer historia a costa del Real Valladolid.

Se le tachó de "exagerado". Como si ponerse metas tan altas estuviera fuera de la ley. Sólo lo que se imagina y se desea puede hacerse realidad. Ernesto Valverde creía. Y contagió su fe a los jugadores a fin de que, a la hora de la crónica, el 'conteo' de los goles fuera la 'biografia del partido'.
Goles de cine de época en los que mucho tiene que ver la insistencia de Valverde en las mañanas de entrenos de Lezama.
Mikel Jauregizar, el más permeable en el Athletic Club...
La 'Capibara' de mi compañero Asís Martín se ha convertido en un 'medio centro' que recibe, absorbe y derrama lo aprendido cuando se eleva hasta el balcón del área. Allí se hallaba. Nico lo vio al final de sus escarceos. No era una entrega venenosa. Fue el 'txo', luna creciente, eclipse total, el encargado de abrir las carnes del cuadro de Pucela, equipo condenado a morir desangrado.

Flojo le llegaba el balón. Él habría de ponerlo todo. Su cuerpo, para consumar el gesto perfecto. Empeine interior de su bota izquierda. El esférico, raso, busca la base del palo 'largo'. La roza. "He venido para quedarme". Mediodía. Barra libre. También para Rafael, el de Hellín, que se estrenaba, en el día ideal, ante el rival más propicio para satisfacer el lado emocional de sus intereses.
"Qué más debe hacer Alex Berenguer para ser titular", había escrito en la previa. Nada. Mientras Nico esté disponible en toda su extensión, la banda izquierda es suya. Tapó mi boca cuando, huyendo de la cal, su lugar de perdición, recorrió la frontal del área grande como un modelo por la pasarela. La finalización, maravillosa, para su bien, el de Valverde, el de una Catedral que asistía a la 'misa de 2', a una película para todos los públicos.

Yuri. Banda izquierda. Cuchillo en la mantequilla. O en uno de esos pasteles de montaña que vendía mi hermana en 'la Exquisita', junto al cine 'Revi'. Sancet lo había esperado.
Se trataba de que Sannadi fusilara a plena luz del día. Ya sabe lo que es cazar como león el 'elefante africano'. Parecía excesivo el castigo. Desde el banquillo, Valverde no hizo señales de mandar a parar. Tenía entre ceja y ceja el crecimiento brutal de su 'niño' apadrinado. Bautizo en la Catedral.
El pase interior de Jauregizar, oro de ley que Sancet, golpeo brutal con el empeine exterior de su bota derecha, muele para guardarlo en paño, el suyo, ya van trece en liga, Pitxitxi, ciervo que, tras buscar amparo, lo encontró en San Mamés, su monte, su selva, hábitat natural, como Pedro por su casa. Descanso, no. Intermedio. Jauregizar se retiró cantando 'Gaztelugatxe'.
"Enbat itzela San Mamésen/ untzi bat eder zuen hondatzen". El Real Valladolid, barco tocado. Ernesto quería insistir. Hasta hundirlo.

Por eso rabió cuando, errada una acción de estrategia a favor, Syllas se estiró hasta enfrentarse a Unai Simón, que se venció antes de recibir el disparo. Borrón de Mikel Jauregizar, el mejor escribano del partido.
El que estuvo a punto de remarcar con un chut sutil, elegante, empeine interior que, buscando la escuadra, se encuentra con los guantes de un portero que, a pesar del 'siete' sufrido, se esmeró sobremanera a fin de que el Athletic no se fuera más allá de la decena. Porque haber atajado el quinto, no estaba al alcance de un portero.
Desde que Txingurri le arengó en Lezama, Nico Williams busca con ansia la escuadra larga luego de procurarse el ángulo necesario. El gol más bello, sin embargo, estaba por llegar. Acción combinatoria que, no por repetida, cansa. Iñaki, Galaxy, Iñaki.
El pase, la pared, el que recibe, levanta la cabeza y se la pone a Guruzeta. Sexta ejecución. Con alevosía. En el descanso, un amigo le pedía al equipo que levantara el pie. No lo permitirá Valverde, le dije. No entendió. No entendía nada. Tal vez porque no haya sido futbolista.

Lo imagino sufriendo al ver a Yuri Berchiche subir la banda con malas intenciones. Confusión en el corazón del área. Río revuelto. Iñaki y su caña. Pesca de 'arrastre'. El séptimo. 'Pecado capital' para Juan. No termina de entender. Tal vez porque no se acuerda de Mallorca. 1999. Valerón. La 'noche de los pantalones verdes'.
Seis recibió aquel Athletic entrenado por Luis Fernández. Siete le ha encajado al Real Valladolid el Athletic de Valverde. Mientras mi amigo se escandaliza por tanto 'pecado capital' yo, en el 'séptimo cielo'. Feliz. Durmiendo en el colchón que le he 'despistado' a Simeone, el 'inquietante', el 'señor de los colchoneros' que nos espera a la vuelta de la esquina.
• Por Kuitxi Pérez García, periodista y exfutbolista