Soñé con un Athletic con once jugadores ante United o Spurs en la final de San Mamés

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El papel del Athletic en la final fue poner el campo de San Mamés
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Menos mal que Dani Vivian no es Lekue o Vesga
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Oscar de Marcos emociona a los athleticzales: "No quiero que mis hijos aprendan que el Athletic es sólo ganar o un escudo"
Me acosté siendo ya el día siguiente a la final de la UEFA Europa League, fiesta para la que el Athletic Club había prestado el campo de San Mamés con mucha antelación. Madurado ya el partido por el correr de los minutos, me hice cargo del escaso potencial de Manchester United y Spurs. Cuartos y quintos por la cola en la Premier. Me sobraban los motivos para creer que un Athletic con once jugadores, y los cuatro mejores de la plantilla en la 'Línea de fuego', le habría dado sopas con onda al uno y al otro, y hasta a las dos escuadras juntas.
Escasa propuesta en lo colectivo, desaparecidos los hombres llamados a desequilibrar por su valía técnica. Juego plano. Y hasta el virtuoso Bruno Fernandes superado por la obligación de ganar para salvar una temporada desastrosa. No había manera.

"Ínfimo juego... todavía más dolor de corazón... Qué pena no ver al Athletic en esta final de escaso nivel". ¿Por qué no estaban los de Ernesto Valverde bregando en el verde para llevar a las vitrinas la primera Europa League del Club?
Me sobraban los motivos. O con tan sólo uno cargaría este artículo de razones. Si se callara el ruido. Si dejáramos de llorar. Si llamáramos a las cosas por tu nombre. Por el tuyo, Athletic. Y por el de un futbolista modélico, cualificado, virtuoso, ejemplar. Todo lo que hace tiene sentido y medida. No se complica, apenas falla, livianos son sus errores cuando los comete...

Hablamos de Daniel Vivian. Joven pero experimentado.
Cuando decide ir a la guerra, marcha a ella cargado de motivos. Primera batalla de las semis. La librada en San Mamés. Un partido de tú a tú, pero con el 'usted' por delante. Minuto 35'. Corazón del área cuya portería Agirrezabala defiende.
Horizontal es la trayectoria de la pelota. Hojlund y Vivian, Vivian y Hojlund: los 'aliviadores'. Cada uno, de los suyos. Vivian, protegiendo a su portero, Hojlund, tratando de dañar donde más duele. Daniel Vivian, experto central, debería y podría haberse inhibido. Que, junto a Hojlund, se hubiera recreado en la suerte de un balón en tierra de nadie, y de los dos al mismo tiempo. Que el balón encontrara acomodo en el destino para el que había sido matasellado. Estiró el brazo. La mano sobre el hombro del atacante.

Cayó, se desplomó Hojlund. Tras el barullo en el campo y las revisiones de la jugada en las pantallas del VAR, el dedo arbitral señalado la cal del punto fatídico. Por si el castigo resultara insuficiente, el noruego Eskas mandó a duchar con una cartulina roja a Vivian. Bruno Mendes, el que no habría de comparecer en la final de San Mamés, ejecutó a Agirrezabala. Seis minutos después, el portugués, culminando una jugada de vicio, ordenó que se alumbrara el 3 en el luminoso.
"El Athletic volverá a darnos alegrías"... "Era nuestra final".
De regreso de uno de sus viajes, Samuel Aguirre me escribió, "Porque mientras vivimos y vivamos la naturaleza como nosotros es eterna". Eterno es el Athletic mientras vivimos y vivamos". Cuando no vivamos, porque no vivimos, perderemos la eternidad. Mientras no me muera, si no me mueren antes, por mi corazón pasará aquella final frente a la la Juve. La de "Iribar_ Lasa _ Guisasola_ Alesanco_Eskalza; Villar_Irureta_Txurruka; Dani_Carlos_Rojo".
Tras la de 1977, en la 2011_2012, el escándalo que suponía ver cada partido de Marcelo Bielsa. Mal en la liga. Pero, como los Spurs, en busca de un entorchado europeo, título que la diosa 'Ocasion' nos negó hurtandonos de la mano el único mechón de su cabello.

Daniel Vivian, y no Balenziaga, Lekue, Vesga o el hijo de mi compañero en el Portu, Unai Núñez. 'Cabezas de turco' les llaman a los que cobran fama así que no carguen mucha lana. Como para el definitivo error de Daniel Vivian no pudieron encontrar ninguna, su inocente y trágico penalti pasará a la historia como el 'piscinazo' de un joven danés llamado Rasmus Hojlund que convirtió el área del Athletic en la 'tormenta perfecta'.
Ay, la mala cabeza de Daniel Vivian.
'De la Ausencia y de ti', portentoso Unai Simón. De Iñaki Williams, Sancet, Berenguer y Nicolás Williams. Con tantos como estos seis leones en la 'línea de fuego. Con un 'once de gala' a tiempo completo, habitando nuestra propia casa, cantando la grada "jo ta ke, irabazi arte; beste bat, beste bat.
"Este es el famoso Athletic, el famoso Athletic Club"; Athletic GARA gu, Athletic GU gara, los leones habrían arrasado en la batalla final convirtiendo el el rectángulo de la Catedral en un "reguero de sesos". Con Koldo Agirre, con Marcelo Bielsa, con Ernesto Valverde. A la tercera, la vencida. Más fuertes que el dolor y el sufrimiento que se provocó Daniel Vivian a sí mismo. El Athletic y el fútbol. "Lo más terrible se aprende enseguida... y lo hermoso nos cuesta la vida"
• Por Kuitxi Pérez García, periodista y exfutbolista
buenas tardes. estaria bien que hicieras referencia al cantante que hizo esa frase,que así, parece que es tuya.