Cuatro cambios que dejan en evidencia a Valverde y a un Athletic pitado en San Mamés

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La grada del Athletic reparó en los cuatro leones que Valverde había señalado
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Aymeric Laporte: "Desde que me fui del Athletic siempre tuve en la cabeza volver"
"Lentos, previsibles, sin llegadas al área, sin ocasiones. Mal. Teníamos que reaccionar"... Ernesto Valverde se refiere al juego de la primera mitad del Athletic Club obviando que había dejado en el banquillo de San Mamés, junto a Jon Aspiazu, a cuatro de sus mejores jugadores. Gorosabel, Adama Boiro, Vesga, Nico Serrano. Como si pretendiera superar al Girona sin que Areso, Yuri, Galaxy y Berenguer se despeinaran. Algo en lo que no creía. Se trataba de que el marcador le sonriera para que el descanso de cuatro de sus titulares se prolongara hasta un infinito limitado.
El Girona de Michel no estaba por la labor de perdonar a la fragilidad del Athletic de los ausentes.
El entrenador de Vallecas, dispuesto a castigar la temeraria apuesta de 'Txingurri'. Atacando en todo momento los grandes espacios que se generaban, el equipo catalán se vino arriba. La destartalada disposición defensiva que el míster del Athletic había generado con la alineación de 'sus' circunstancias quedó en evidencia cuando Unai Simón fue vendido antes de los diez minutos para regocijo de Ounahi.

Si por Ernesto hubiera sido, le habría ordenado a Aspiazu que adelantara los cuatro cambios que tenía previstos.
Habría sido, sin embargo, como señalarse a sí mismo. Asumir el desaguisado provocado por la revolución que debe liderar para intentar salir vivo de los cuatro frentes que se abrieron de seguido a meterse cuartos en la Liga.
Su injusta y falsa valoración no encuentra réplica en la sala de prensa Jose Iragorri. La bota llena y la suegra borracha. En misa de la Catedral y haciendo repicar las campanas de la preciosa espadaña románica de San Salvador de Cantamuda.
Ya en el vestuario, Txingurri le ordenó a Jon Aspiazu que, rompiendo el silencio que había imperado sobre el verde, pusiera el grito en el cielo. El talentoso medio centro que se gustaba en el tapete de Las Llanas se limitó a leer la lista que le había hecho llegar su superior.
Gorosabel, Adama, Vesga, Serrano, a la ducha. Areso, Yuri, Galaxy, Berenguer, saltáis vosotros al campo. Con el cambiazo, la grada reparó en los cuatro leones que Ernesto Valverde había señalado con el dedo. Gesto feo donde los haya. Y engañoso.

El cambio, como de la noche, que no había llegado, al día, que se estaba escapando. El Athletic se reconoció casi de inicio. Cuando Mikel Jauregizar (ojalá termine venerándolo), interceptó un pase en la zona de interés. Una corta conducción. Acomodado el balón en su costado derecho, ejecutó de lujo la suerte del disparo perfecto. Empeine interior. La escuadra izquierda de Gazzaniga asumió la pelota sin rechistar, como un regalo, no era para menos.
Con el marcador igualado, el Athletic recuperó la autoestima. No en vano eran Areso, Yuri, Galaxy y Berenguer los que se estaban gustando. Cuatro titulares de libro que Txingurri se había guardado en la manga aprovechando que en su guarida de lujo nadie veía sus cartas.

Este es el famoso Athletic, el famoso Athletic Club. El de la segunda parte. Valverde lo sabe. Y la Catedral, que, a estas alturas de la historia, no esconde secretos. Si esta situación se repite, no sería mala cosa que, en vez de responsabilizar a Gorosabel, Boiro, Vesga y Nico Serrano de la fragilidad evidentemente del equipo, cargara con la culpa del que quiere arrasar a su rival sin que cuatro de sus mejores hombres se despeinen.
• Por Kuitxi Pérez García, periodista y exfutbolista
Valverde es el entrenador más flojo y con menos valentía de la primera división. Por eso pasa lo que pasa. Juega con 4 o 5 jugadores del filial. Por lo menos jugaremos con más ilusión. Así no podemos seguir NI UN PARTIDO MAS. O lo vamos a pasar canutas el año de la Champions.
Aficionados no quedaros solo en pitidos. Se merecen todos una buena pañolada. Este equipo no hay por donde cogerlo. Ya dije al principio que este año, el de la Champions, SE VA A RECORDAR NEGATIVAMENTE PARA SIEMPRE. Os pongo ejemplos, el más próximo el del Girona, y hace algún tiempo hasta el mismísimo Atlético de Madrid, que descendieron o estuvieron a punto de ello. Hemos hecho las cosas mal. Hemos estado "entretenidos" , primero con el fenómeno Nico Williams, después con el fichaje de otro fenómeno defensa lateral (cuando teníamos en de cantera uno mejor) y ya el final Laporte ha completado la trilogía. Hay que cambiar muchas cosas y algunos hombres, y darle la vuelta a todo 360°. Este año las vamos a pasar canutas.
Valverde, te falta mas mano dura con los pesos pesados del vestuario. Y mano también con el preparador físico. El equipo está con la lengua fuera.
Era un partido (como alaves) para salir a matar desde inicio. Menos mal que tuvimos suerte con el betas, sino estamos jodidos. Sancet muerto, nico fuera, sin 9, con iñaki pidiendo bajada de sueldo....