Un Athletic que llega a Praga pisando cristales
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El Athletic se la juega en Praga en Champions con malas vibraciones
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Desmarcados Athletic: ¿Por qué se te va tanto la olla, Oihan Sancet?
Ahora iré con el Athletic y la Champions League, antes un apunte... Jaume Ponsarnau, técnico del Surne Bilbao Basket, desde que llegó a Miribilla, ha mantenido que el objetivo del equipo MIB es llegar al final de la partida entre los "dieciséis mejores equipos" de la Liga Endesa. Realista. Realismo Mágico. Mantenerse en la élite amarrando la permanencia a base de victorias que arranquen la sonrisa a la 'marea negra' que se dedica a llevar a sus 'Hombres de negro' en la cresta de la ola.
De eso va el basket. Un deporte, un juego que, aunque resulte chocante siendo el que escribe un futbolista emérito, eleva mi ánimo a alturas a las que el fútbol jamás podría llegar. "Gure etxea; Gure arauak". Cuando los triples se asemejan a las bicicletas de las que Manolo Sarabia se servía para vérselas a solas ante un portero indefenso que asume su inmediato fusilamiento.
El Athletic Club. Su fútbol. Momentos. Fogonazos. Un chispazo personal. Otro, colectivo. "Izarren hautsa, egun batean / bilakatu zen / bizigai". Aunque la 'grada caliente' de San Mamés se incline por el "Txoria, Txori" al final de los partidos que los leones libran en la Catedral. "Hegoak ebaki banizkio"…
En contra de cortarle las alas al pájaro. Y la melena, al león. Y también las garras. Y los colmillos. Para que Francis, Doctor Deseo, mientras el Athletic de Ernesto Valverde recibía en Barcelona golpes de mala manera, me regalara los oídos, chulos hasta en la derrota, chulo es el que pierde, el que, mientras se empapa de sirimiri, cantando, imagina que "baila la lluvia en la calle; sábado tarde en Bilbao; hay un sol hecho de sueños, es la grada en San Mamés"...
En Barcelona, en un Nou Camp 'abierto por obras', Unai Simón se tragó un balón asumible en el momento más inoportuno. Tan sólo tres minutos. Os regalamos un gol, apuntó Ernesto en su pequeña libreta, para, de seguido, balbuceando como Van Morrison, declarar que el momento no era de "lágrima y pañuelos, sino de machete en mano".
Me pareció ver, entonces, a un Athletic atrevido, valiente, bien enseñado por Txingurri. Presión alta. Defensa adelantada. Lineas solidarias.
Se trataba de que Unai Simón le quedara lejos a la ofensiva culé, y cerca, a tiro de un meritorio despliegue, la portería de Joan García al equipo zurigorri. No era un Athletic perfecto, más se acercaba a lo que yo simplemente había soñado en la noche previa al sábado de la partida. Me gustaba lo que veía.
Hasta que, como rescatado del guión de un ente malévolo, a punto de sonar el silbato del señor José María Sánchez Martínez, al equipo le dio por abandonarlo a su suerte, a la mala, a Unai Simón. Al vestuario. A la 'caseta', cuando el campo era el Malecón de Muskiz en cuya arena el Portu acabaría derrotando al 'Somo'.
Demasiado castigo. A ver si marcamos pronto. Quién lo dijo. Fue el técnico alemán. Tres minutos necesitó el FC Barcelona para cerrar el partido. El [3-0] no era lo que la dinámica del partido demandaba. Mediando dos empates, qué lejos queda aquella épica victoria de los leones de Jupp Heynckes. 2001-2022, 24 de noviembre.
Un Athletic mermado por la canallesca expulsión de Mari Lacruz clavó el [1-2] en el 80' doblando el valor del testarazo de Urzaiz, caramelo de Yeste a balón detenido. La maravilla la protagonizó Ezquerro, que se había incorporado al juego desde el banquillo. Banda derecha. Un caño, un túnel, una humillación. Ya tenemos a Santi ante el portero, al que supera con una diagonal de fantasía.
Si esperan carga por mi parte contra Oihan Sancet, no cuenten conmigo.
Allá los pecadores con sus hipócritas lapidaciones. Algo sé de fútbol. Si desean entenderme al respecto, acérquense a La Florida poco antes del anochecer. Podrán leer, en el aire, gloriosos partidos, goles de bandera, e incluso brusquedades. Hazañas nominales. Patadas anónimas de las que mi querido Alberto Biota calla por el respeto debido a los que se fueron de manera prematura.
Es la rabia lo que los mueve. La insatisfacción. El no asumir su propia existencia, esa que los ha involucrado en un mundo que los supera. Y lo que es más grave. No terminar de entender que, así como Jaume Ponsarnau pelea por colocar a Surne Bilbao Basket entre los 16 mejores equipos de la Liga Endesa, Piru Gainza brindara con champán al final del último partido de cada Liga.
"Un año más en Primera División". El Gamo de Dublín no era tonto, ni Machado un 'ganapán'. 'Camino Chequia'. "Oh, Praga, Praga, Praga"... canta Joaquín Sabina como si al Athletic le cantara. "Si has de pisar cristales, que sean de Bohemia, corazón".
• Por Kuitxi Pérez García, periodista y exfutbolista del Club Portugalete
El abrazo de un cambio ya en la Selección. Bueno ,aunque estando Luis de la fuente que es del Athletic no se yo.Unai Simón está lamentable. Tenía que haberle vendido a él y dejar a Julen.
Lo mejor que pueden hacer es tirar ya la Champions y intentar sacar los 42 puntos de la salvación en liga.No tenemos para mas y encima con un triste y miedoso Valverde.