Gameiro no hace olvidar a Griezzman
A falta de Griezzman, que arrastraba una sanción del pasado curso, Kevin Gameiro, flamante fichaje del Atlético esta temporada, se erigió en la máxima referencia ofensiva de su equipo y el delantero francés, que tuvo dos ocasiones para marcar en la primera parte, se estrenó en el descuento de penalti, aunque su alegría duró dos minutos, los que tardó en empatar el Alavés.
Gameiro, que llegó este verano al Atlético avalado por los 67 goles marcados en sus 145 partidos oficiales con el Sevilla las últimas tres temporadas, fue la principal novedad del once de Diego Simeone y también la gran atracción para la afición rojiblanca, que ansía encontrar un tercer ídolo para su ataque que haga compañía a Griezzman y Fernando Torres.
El delantero francés, con el número 21 a la espalda, debutó en partido oficial frente a un Alavés que, a nivel defensivo, se preocupó con firmeza de contener sus líneas, marcar al hombre y lanzar jugadas en largo para evitar errores en esos metros finales en los que el Atlético es letal.
A Gameiro le costó encontrar el ritmo del partido y, bien cubierto por Alexis Ruano y Víctor Laguardia, su primera aparición destacada llegó a los 22 minutos, cuando recibió en línea de tres cuartos, se marchó a la carrera de su defensor y lanzó un disparo desde fuera del área que se marchó fuera por el costado derecho de la portería de Fernando Pacheco.
Esa jugada le valió los primeros aplausos de la grada del Vicente Calderón y unos minutos después, en el 35, estuvo a punto de inaugurar su cuenta goleadora con el Atlético si hubiese acertado a rematar, en el corazón del área, un centro desde la derecha de Koke que se marchó por encima del travesaño.
Para la segunda parte, ante la falta de claridad ofensiva de su equipo, Simeone puso sobre el césped a Fernando Torres, que formó pareja atacante junto a Gameiro.
Esa dupla mejoró la capacidad ofensiva del Atlético y el conjunto rojiblanco, con un disparo de Fernando Torres al palo derecho de Pacheco a los 72 minutos, pudo derribar la muralla que puso en defensa el Alavés.
Ese muro no cayó hasta el descuento, cuando Torres ganó la espalda a Laguardia y, dentro del área, fue derribado por el central del Alavés. Gameiro, desde el punto de penalti, no falló, aunque su alegría duró solo dos minutos, el tiempo que tardó en empatar el equipo vitoriano por medio de Manu García.
El empate, celebrado como victoria por el Alavés, fue un jarro de agua fría para la afición rojiblanca, que se tuvo que conformar con un punto en un duelo que seguro resultó especial para otro jugador, Nico Gaitán.
El centrocampista argentino, un viejo anhelo de Simeone desde hace tiempo, saltó al campo en el minuto 57, sustituyó al capitán Gabi, y trató de cumplir las premisas de su técnico de ganar profundidad y desborde en el ataque, pero no era la noche del Atlético.
El equipo madrileño echó demasiado en falta a Griezzman, su salvador en muchos partidos, y que por sexta vez en dos años se perdió un encuentro. En los anteriores cinco, el balance fue de dos victorias y tres empates, el último el pasado 6 de enero, en Copa del Rey, frente al Rayo Vallecano.